Por Libertad Guillen
¿Qué es un sindicato?
Los sindicatos son organizaciones continuas y permanentes, creadas por las y los trabajadores para garantizar la defensa de sus intereses laborales comunes, por ejemplo, mejorar sus salarios y condiciones de trabajo, además de promover el progreso de las condiciones de vida en general.[1]
También se define a los sindicatos como “asociaciones permanentes, autónomas y sin fines de lucro, de trabajadores ligados por intereses sociales y económicos comunes y cuyo objetivo es la representación, defensa y promoción, tanto colectiva como individual de estos intereses”.[2]
Un sindicato de trabajadores es una asociación de carácter democrático que puede generarse libremente tanto en sector público como en el sector privado. Una de sus principales actividades consiste en negociar, cuestiones de interés común, como salarios, vacaciones, condiciones de trabajo, licencias, etc.
Los individuos afiliados al sindicato de trabajadores, por su parte, deben comprometerse al pago de cuotas sindicales, asistir a reuniones y adherirse a las acciones que se acuerden dentro de la organización por ejemplo el representante sindical debe ser propuesto y elegido por la base trabajadora.
¿Cuál es la función de un Sindicato?
En principio podemos definir las siguientes funciones:
Negociación del contrato colectivo de los obreros.
Vigilancia del cumplimiento de las leyes de trabajo y del contrato colectivo.
Supervisión y defensa de las condiciones de seguridad laboral.
Mejorar el nivel de empleo y colocación de los trabajadores.
Promover la educación gremial, técnica y general de sus asociados.
Denunciar las infracciones de la contratación colectiva ante las autoridades administrativas o judiciales.
Formar parte en Juicios y reclamos.
Representar a sus afiliados ante otras entidades de trabajadores de mayor tamaño, tales como las federaciones.
Objetivos generales de los sindicatos
Los sindicatos tienen dos objetivos generales, uno a favor de la seguridad sindical y otro a favor de la búsqueda de mejores condiciones para sus asociados:
Seguridad sindical: ante todo, los sindicatos tratan de establecer seguridad para ellos mismos. Luchan con énfasis por el derecho a representar a los trabajadores de una organización y por ser el agente negociador exclusivo de los integrantes de la entidad, concertando los contratos en representación de sus afiliados.
Reivindicaciones laborales: Una vez que se asegura su supervivencia, los sindicatos luchan por la suerte de sus miembros, tal como por mejorar sus salario, horas y condiciones de trabajo. En los arreglos laborales tradicionales se concede a los sindicatos un papel a desempeñar en las actividades de administración de personal, como el reclutamiento, selección, compensación, promociones y capacitación de personal.
El origen del sindicalismo en el mundo.
Las primeras organizaciones obreras de carácter sindical comenzaron a aparecer a partir del año 1829 en distintos países de Europa. En Inglaterra, por ejemplo, estos movimientos sindicales adoptaron el nombre de trade unions, mientras que en Francia se denominarían syndicat.
Primeros movimientos sindicales más destacados.
Gran unión de los Hiladores y tejedores a Destajos de Gran Bretaña: fundada en 1829 por John Dohery.
Asociación Nacional para la Protección del Trabajo: Fundado por John Dohery en 1830, este movimiento sindical llegó a agrupar 150 sindicatos y tenía un total de 100 000 miembros.
Asociación de trabajadores de Inglaterra: de origen británico, al igual que los anteriores, este movimiento sindical fue conocido coloquialmente como los cartistas.
Syndicat: En Francia los primeros movimientos sindicales adoptaron este nombre. En un principio, los sindicatos franceses no poseían el nivel de organización que el de sus homólogos británicos, sin embargo, esta inexperiencia no los dejo desistir de luchar por mejores condiciones laborales.
Primeros sindicatos en México.
Las primeras estructuras de organización en México se dieron con la creación de las sociedades mutualistas y cooperativismo. Estas formas de asociación no eran propiamente de obreros asalariados si no que se mezclaban con: artesanos, trabajadores libres con oficio, asalariados, etc.
Las sociedades mutualistas estaban diseñadas para ayudarse entre ellos, con la formación de un fondo común económico. Los trabajadores respondían instintivamente a sus necesidades, buscando resolver así, de manera inmediata sus problemas. No entendían que debía ser responsabilidad del patrón resolver sus contingencias y limitaciones.
El movimiento obrero que surge en nuestro país está lleno de confusiones ideológicas y organizativas, las que se reflejaron al solo demandar mejoras salariales, marginándose de la acción política como grupo, así como la resolución tímida de necesidades sociales urgentes que mejorarían sus condiciones de vida y la de su familia. Bajo este esquema los obreros carecían de conciencia de clase, ya que únicamente buscaban la reivindicación. Aun así, sirvió para formar grupos de obreros cada vez más numerosos y consientes.
El desarrollo de la industria capitalista muestra al obrero la necesidad de organizarse en organismos de lucha, siendo una tendencia el principio de organización para los trabajadores, se iniciaron las agrupaciones en lugares donde había grandes fábricas o regiones fabriles.
En 1850, se funda en Guadalajara la primera sociedad de artesanos, bajo la amenaza del partido conservador.
El 5 de julio de 1853 se funda la sociedad particular de Socorro Mutuo, por obreros sombrereros en la ciudad de México, donde se planteaba como principio combatir, “la esclavitud moderna, que nos arrebata nuestras ganancias de nuestro trabajo”. Esta sociedad de inicio contaba con 33 miembros y al poco tiempo eran mas de 100.
Surge La sociedad política Fraternal que buscaba la igualdad de trabajo y capital, la abolición de la pena de muerte, independencia municipal, etc.
Se crea El Banco Social del Trabajo, con el fin de buscar trabajo a los desocupados, establecer talleres y hacer préstamos.
En 1870 nace el Gran Círculo de Obreros de México, que buscaba la instalación de talleres para dar trabajo al artesano, libertad electoral y fijación de salarios. Esta puede ser considerada la primera central de obreros en el país en donde sus agremiados no podían pertenecer a partidos políticos.
El sindicalismo en Yucatán
La producción henequenera se concentró y compacto en los territorios aledaños a Mérida, capital del estado. Su expansión se llevo a cabo invadiendo las tierras comunales. Las tierras tradicionalmente dedicadas al maíz fueron cultivadas con henequén y los campesinos desposeídos encontraron empleo en las nuevas haciendas. De esta manera surgieron los trabajadores llamados peones o sirvientes.
En 1910 en el área henequenera de Yucatán había alrededor de 80000 peones jefes de familia sin ningún tipo de organización para defender sus derechos. De estos aproximadamente la mitad eran peones encasillados (aquellos que se sometían a las reglas del hacendado y vivían en chozas dentro de su propiedad).
La industria que floreció en la región fue de pequeña escala, entre las mas grandes sobresalieron una galletera, una cervecería y la de energía eléctrica, pero principalmente talleres y actividades complementarias de la industria henequenera.
Uno de los primeros y mas fuertes sindicatos fue el de los ferrocarrileros, pues el sistema ferroviario yucateco en 1908 abarcó 765km. De vía angosta y 103km. De vía ancha. Otros sindicatos, como el de estibadores de progreso, se formaron a la sombra de la llamada industria henequenera.
Durante el gobierno preconstitucional del general salvador Alvarado se formaron en Yucatán cientos de sindicatos, casi todos urbanos, y muchos de ellos afiliados a la casa del Obrero Mundial, cuyas oficinas fueron abiertas en Mérida en mayo de 1915 bajo la dirección de Samuel O. Yúdico y C. J. Félix Martínez.
Alvarado, al igual que los otros jefes revolucionarios sonorenses, estimulo la libre empresa al mismo tiempo que las organizaciones obreras, pues creía que, por medio del sindicato, los trabajadores conseguirían mejores condiciones de vida y estaba convencido de que el problema de los trabajadores henequeneros no era la falta de tierra sino de trabajo, que los hacendados debían crear mas fuentes de empleo. A estos últimos su gobierno les dio todas las facilidades, pero no se pensó en un plan para sindicalizar a los “ex peones”, tarea nada fácil ya que la escasa comunicación entre una hacienda y otra, así como la situación racial y lingüística eran poderosas fuerzas que dificultaban cualquier proyecto para ellos desde arriba y a corto plazo.
El primer gobernador constitucional (1917-1921) Felipe Carrillo Puerto (quien sustituyó al general Alvarado), gobernó apoyado en la mayoría constituida por los “campesinos”, a los cuales se organizo en ligas de resistencia afiliadas al partido socialista del sureste, Carrillo Puerto se inclino por el reparto de las tierras antes de fomentar los sindicatos agrarios; desplazó a los sindicalistas del PSS, e incluso llego a tener enfrentamientos con los poderosos sindicatos de ferrocarrileros y de estibadores que ya habían sido tomados por la oligarquía de ese momento.
Desde el asesinato de Felipe Carrillo Puerto (3 de enero de 1924) los hacendados se habían impuesto la tarea de rehacer su poder de antaño, habiendo alcanzado en esos diez años abundantes logros. Su beligerancia respondía también al hecho de contar con el apoyo de distintas fuerzas del país que pugnaban por la restauración de sus antiguos privilegios.
Existía un enorme potencial político en una serie de grupos que se negaban a aceptar la línea colaboracionista con los hacendados que había sido asumida por la cúpula de la dirigencia socialista. Profesionistas, maestros, estudiantes, líderes obreros y gremiales, conformaban una amplia corriente de opinión radical que, desde luego, estaba a favor del reparto agrario y de la afectación de los intereses hacendatarios.
El Partido Comunista Mexicano había establecido recientemente una filial en Yucatán, aprovechando el trabajo que realizaban algunos estudiantes pertenecientes al grupo ORDEN y a la labor que había estado desempeñando el dirigente panadero Diego Mongiote Rosado entre numerosos sindicatos y grupos gremiales de la capital y del interior del estado. El PCM en Yucatán Comenzó publicando un órgano periodístico con el título “El Marxista”.
Un grupo de militares del PCM sumaria sus esfuerzos con distintos dirigentes sindicales para fundar en 1934 la federación sindical independiente (FSI). En ese entonces la federación representaba a un grupo muy reducido de trabajadores, pero aprovechaba las inquietudes existentes en los distintos sectores laborales y los márgenes de acción que se permitían para realizar un trabajo permanente en agitación y afiliación del que ya empezaba a recoger los primeros y notables resultados.
Bibliografía
Díaz Ramírez, Manuel (1838). Apuntes históricos del movimiento obrero y campesino de México,1844-1880, México, Fondo de Cultura Popular.
Martín Moro, Alfonso Bouzas e Isaac Palacios S (1978). Control y lucha del movimiento obrero, Ed. N.T. 4.
Iglesias Severo (1970). Sindicalismo y Socialismo en México, de. Grijalbo. D.F.
Maldonado Edelmiro (1977). Breve historia del movimiento obrero. Culiacán, Sinaloa. Colección Realidad Nacional.
Baños Ramírez Othon. El protagonismo histórico de los sindicatos rurales de Yucatán (1933-1936). Mérida Yucatán.
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