Por: Lorena Rosel.
Como cada año seguimos esperando la revalorización docente que nos fue arrebatada en el sexenio pasado y que a pesar de las promesas de la llamada Cuarta Transformación aún no se recupera, ya que no queremos palmaditas en el hombro sino un salario digno que cubra todas nuestras necesidades.
Seguimos esperando que se cumplan las promesas de campaña de que no quedaría ni un punto ni una coma de la reforma educativa de Peña Nieto y sus leyes secundarias y actualmente el USICAMM violenta más los derechos de los trabajadores por su falta de objetividad y transparencia y por exonerar al gobierno de la responsabilidad de otorgar un salario justo a todos los maestros, ya que ejercemos la misma función de enseñar. Seguimos esperando que respeten nuestra jornada laboral y nuestros periodos de receso vacacional que han ido incrementando gradualmente así como que nos provean de los recursos necesarios para llevar a cabo nuestra función.
Tal vez el problema principal es que seguimos esperando que el Estado sea justo y valore nuestro trabajo. Basta de seguir esperando. Es tiempo de estar unidos como trabajadores y organizarnos para exigir un pago justo, exigir mayores recursos para para la educación y así tener la calidad que tanto se nos exige, exigir el cumplimiento de las promesas de la abrogación de la ley de educación y de USICAMM.
Exigimos que la seguridad social sea fortalecida, con pensiones dignas, servicios médicos de alta calidad y facilidad para obtener créditos hipotecarios accesibles para el trabajador. Necesitamos unirnos para rechazar la UMA, las cuentas individuales o AFORE y recuperar nuestro sindicato con una democratización real y no con la farsa electoral que instaura los mismos charros lacayos del gobierno en contra de nuestros derechos.
A nivel, estatal exigir la abrogación de la ley del ISSTEY que violenta severamente los derechos adquiridos violando la Constitución por no respetar el artículo 14 de no retroactividad y estableciendo un salario regulador totalmente perverso que disminuye al 50% lo que recibiremos cuando nos retiremos.
Los maestros luchando también estamos enseñando. Basta de esperar.
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