Por Aidé Carrillo
Como consecuencia de la pandemia por Covid-19 la clase trabajadora se ha visto afectada de manera directa. En Yucatán no ha sido la excepción. Los despidos que se dieron en la cuarentena no son un tema superado hoy en día a pesar de que se ha reactivado la economía ante la exigencia de los empresarios en el estado, pues cuando el brazo de la clase trabajadora se detiene, todo se detiene en la producción del capital. Así parece haberlo sentido la burguesía que dirige a las plataformas multinacionales como Uber y Didi.
En Yucatán desde la cuarentena y posteriormente con la restricción vehicular, los trabajadores de estas plataformas se vieron afectados por la falta de pasajeros. A pesar de que había poca demanda de este servicio, Uber y Didi siguieron exigiéndole a los choferes registrados un mínimo de atenciones al mes, continuó cobrando las comisiones habituales por lo que muchos choferes se retiraron de la plataforma y regresaron los autos que rentaban para prestar el servicio. Cabe aclarar que en la ciudad de Mérida muchos choferes no son dueños de los autos que manejan y tienen que pagar no sólo la comisión que les descuenta Uber por usar la plataforma, sino que semanalmente también deben pagar la renta del vehículo con el que trabajan.
Al reactivarse las actividades económicas, un pequeño número de conductores volvió a prestar el servicio de Uber, pues es su única fuente de empleo. Para su sorpresa, se encontraron con que la plataforma bajó las tarifas a los usuarios con la finalidad de incentivar el servicio, sin embargo, no bajo la comisión al chofer, sino que la incrementó.
“Antes en un viaje por el que se cobraba $80 pesos por la distancia, podías ganarle entre $55 y $60 pesos. Ahora ese viaje al cliente se lo cobran en $60 pesos, pero Uber sigue cobrando la misma cantidad que si se cobrara como antes, aumentó su comisión al 40% a veces hasta 45%, es demasiado. Por eso muchos choferes ya no volvieron, pero, ¿qué pasa? Que como hay pocos vehículos disponibles, tenemos que ir a recoger al usuario a veces más lejos que de donde es el viaje. O sea, doy más vuelta en llegar a recoger el pasaje, a veces tardo hasta 15 minutos, llego y a donde lo tengo que llevar está a 10 minutos. ¿y esa vuelta quién me la paga? Nadie, Uber no ve eso. Ellos lo que ven es ganar” comentó uno de los choferes afectados.
“¿Pero por qué sigue uno aquí? Porque no tengo otro trabajo, yo tuve que hablar con el dueño del carro y decirle que no puedo pagarle diario, porque antes la renta se pagaba diario, ahora no sale. Le pedí que me espere a la semana y ahora así le hago, tengo que sacar para la gasolina, para la renta del carro, lo que me descuenta Uber. Ahora lo que hace [Uber] es que nos pone desafíos para ganarnos unos bonos, tenemos que trabajar a veces todo el día para alcanzarlos, esta semana el bono fue de $1300, estuvo bueno, me alcanzó para pagar mi casa y me quedó algo para mí. Pero ahora es así, ya no se tienen descansos, antes me acuerdo que en los días inhábiles eran días tranquilos, como no hay nadie en la calle pues no se trabajaba. Pero ahora no, hay que andar girando para que salga algo. Ya no se puede descansar” continuó.
Por su parte un trabajador de Didi señala que decidió no volver a Uber porque cuando pudo encontrar un vehículo que rentar para trabajar trató de volver a Uber pero le pedían renovar todos sus papeles y fue una cantidad que no pudo pagar, Didi no le exigió tanto trámite y decidió trabajar en esa plataforma “Lo que vi es que como Didi está un poco más barato, la gente ahorita lo ocupa más, yo tengo buen trabajo todo el día. A veces Didi ofrece viajes gratis a los usuarios, y lo tienes que aceptar porque si no te afecta en cómo te califica Didi, yo llevé dos viajes gratis hace un mes, me apareció en la aplicación que se me iba a pagar, cuando llegó mi pago, esos viajes no se me pagaron, Didi da viajes gratis a mis costillas, eso es algo que el Usuario no sabe. ¿Pero qué más? Es el único trabajo que tengo y aunque ando todo el día en la calle, la verdad es que en estos días ha mejorado el trabajo” comentó.
Este es solo un ejemplo de cómo la burguesía no es de ningún modo empática con la clase trabajadora, por el contrario, ante los usuarios se muestra con un rostro comprensivo bajando tarifas o dando promociones, pero todo esto es robándole al trabajador parte de sus ganancias. El capitalismo no puede tener rostro humano.
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