Por: Emiliano Zepeda.
Los comunistas siempre señalamos, con base en datos objetivos y un análisis científico de la realidad, que el modo de producción capitalista solo beneficia a la patronal y perjudica a través de la explotación y la continua precarización a la clase trabajadora. Sin embargo, ¿qué mejor ejemplo de ello que un testimonio de un trabajador que, a través de una entrevista, cuenta sus vivencias?
En esta ocasión, se tuvo la oportunidad de conocer la situación por la que atravesó Mauricio Ramos, un trabajador originario de la Ciudad de México que se encuentra laborando actualmente en la Isla de Cozumel debido a una serie de vivencias marcadas por los despidos injustificados y la explotación por parte de la patronal tanto en la capital del país como en la isla.
No está de más mencionar que, previo a la publicación de la presente entrevista, se tuvo autorización de Mauricio para dar a conocer su situación y así contribuir para concientizar a las y los trabajadores de la explotación de la cuál son objeto.
Emiliano Zepeda: ¿Cuál fue la situación por la que atravesaste primero en la Ciudad de México y posteriormente en la Isla de Cozumel?
Mauricio Ramos: Antes de venir a la Isla de Cozumel yo estaba trabajando en “Tacos y Burritos Tepeyac” en la Ciudad de México, en la avenida Henry Ford y Calzada de Guadalupe. Ahí nos despidieron a 13 personas al mismo tiempo ya que, según el patrón de nombre Alejandro (sus apellidos no los sé), tenía muchas quejas en Google donde decían que la comida tardaba mucho, que salía quemada y demás, pero pues siempre había unas filas enormes, muy largas, por lo que es prácticamente imposible despachar a todos al mismo tiempo y según ese fue el motivo por el cual nos despidieron.
El patrón es una persona que pues, ahora sí que todos estamos un poco mal, ¿no? Pero ahora sí que unos lo están más que otros. No entiendo, hasta a él mismo le afectó el despedir a todos porque mantuvo sus taquerías cerradas un tiempo.
En fin, al estar desempleado y buscar trabajo, encontré una postulación por el Facebook en donde ocupaban una persona para el puesto de taquero aquí en Cozumel, me postulé y me aceptaron. Total, que me pagaron el vuelo, llegué a la isla y me dijeron que era para las “Taquerías El Ñero”, me entrevisté con el encargado que se llama Norberto Villanueva, es un señor de Monterrey. Me dio trabajo 2 meses en donde me dieron hospedaje y luego me despidió que porque según yo tapé el drenaje cuando en realidad ya estaba tapado desde antes, yo solo hacía mi trabajo de taquero, yo no sé nada de destapar drenajes ni nada de eso.
El señor me despidió y no se llegó a ningún acuerdo, son cosas que no están bien porque no se vale que él me haya traído desde la Ciudad de México y al pasar 2 meses me despida con la mano en la cintura. Pero peor aún, no se vale que él me haya traído desde la Ciudad de México y ahora que me despidió pretenda cobrarme lo del viaje de avión. No pienso devolverle absolutamente nada.
EZ: En ambas taquerías en las que trabajaste, tanto en la Ciudad de México como aquí en Cozumel, ¿tenías contrato, prestaciones, se cumplían tus derechos, te dieron alguna liquidación o algo?
MR: Nada de eso. Ahí en Ciudad de México solo tenía un salario de $450 al día trabajando 12 horas diarias, sin prestaciones, sin seguro, sin nada. En las "Taquerías El Ñero" lo mismo, sin contrato, sin seguro, sin prestaciones, solamente un salario de $500 diarios y una o dos comidas al día y eso es todo.
EZ: Antes de la entrevista mencionabas que el encargado de “Taquerías El Ñero” tenía una serie de características en su forma de ser, no sé si gustas comentar al respecto.
MR: Sí, es una persona clasista y a veces racista. Me imagino que tampoco sabe lo que quiere porque pues, emocionalmente un día está de una forma, emocionalmente otro día está de otra forma y pues sí, es una persona difícil de entender.
EZ: ¿Hubo algún tipo de mal trato por parte de esta persona hacia ti?
MR: Sí, una vez tuve un pequeño accidente donde estaba en la camotiza, se me cayó un pedazo de carne al suelo y esta persona dijo “¡Ay, a este pendejo ya se le cayó la carne!”. Para mí, es una falta de respeto porque en ningún momento le falté al respeto al señor, a él me dirigí siempre de manera respetuosa, todo por favor y gracias.
EZ: En tu opinión, ¿qué deberían hacer los trabajadores para no seguir siendo atropellados y precarizados como en tu caso nos has platicado?
MR: Pues, desde mi punto de vista, tener sindicatos que se pongan la camiseta por el trabajador, que nos ayuden de verdad, que no se lleven todo para los dirigentes, que no intenten minimizar al trabajador. Es algo que yo siento que se necesita, sindicatos que defiendan a los trabajadores porque nosotros hacemos todo el trabajo y producimos todo. Eso es lo que se necesita, que alcemos la voz.
Comments