Por Felipe Pech Quijano
Es bien sabido que las grandes centrales obreras mexicanas tradicionales han hecho un daño enorme a la clase trabajadora del país y han sido una de las causas más importantes del aletargamiento de la misma. Por medio del colaboracionismo de clase con la patronal y el gobierno en turno, sea del partido que sea, se han encargado de cooptar y parar en seco cualquier intento de organización genuina y clasista que sea llevado a cabo por grupos independientes de trabajadores y trabajadoras a través de sindicatos verdaderamente democráticos. Por el contrario, se encargan de instaurar dirigencias charras en los sindicatos para absorberlos a sus filas en el proceso y utilizar la violencia contra cualquiera que se resista a sus tentáculos esparcidos por todo el territorio nacional.
Estas centrales dirigidas por charros siempre han utilizado a las masas obreras como ejército propio de presión política y choque, ya sea para el beneficio de sus propios intereses económicos y políticos o con motivos electoreros para favorecer a algún partido o funcionario de la burguesía. A la par, se hacen de la vista gorda cuando se trata de las violaciones a derechos laborales que sufren sus agremiados y agremiadas. Violaciones de las cuales dichas centrales son partícipes por medio de las dirigencias charras. Ya sea al firmar contratos colectivos de protección patronal, amenazar y transgredir a quienes se atreven a alzar la voz o ponerse de acuerdo con los patrones para obtener algún “moche” en su favor, derivado de la transgresión de derechos laborales, como lo es la falta de pagos de salarios, vacaciones, primas, indemnizaciones, etc.
Sea el caso de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en los mandatos del PRI o la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) con el actual gobierno MORENA y López Obrador, las grandes centrales corporativistas actuales se codean con el poder gubernamental y empresarial. Nunca van a cumplir aquello que pregona en la Ley Federal del Trabajo en sus letras muertas, aquello que expresa: “el estudio, defensa y mejora de los intereses” de sus agremiados y agremiadas. En sus inicios tuvieron la intención y hoy en día la han perdido. Pero es posible recuperarla a futuro.
Todo lo anterior se explica de la siguiente manera: Los monopolios y el Estado generan sus “obreros aburguesados” y los colocan a la cabeza del “movimiento obrero nacional” por medio de sus centrales sindicales. El objeto de lo anterior es el beneficiar a los intereses propios del capital y que a su vez estos mismos “dirigentes” se proclamen como defensores de los intereses de la clase obrera. Esto último es una contradicción más inherente al sistema capitalista ya que al tener intereses de clase contrarios, no se puede beneficiar a ambos, los únicos que salen beneficiados son los capitalistas.
Para demostrar de manera sencilla estas contradicciones que rodean a las centrales tradicionales, solo nos basta revisar y desglosar un reportaje del periódico impreso “POR ESTO!”. El cual es un resumen de una entrevista que emitió Mario Tránsito Chan Chan, Secretario General de la Federación de Trabajadores del Estado de Yucatán, filial de la C.T.M. en el estado, con respecto a por qué dicha central no marchó el Primero de Mayo[1].
El reportaje comienza con lo siguiente: “Mario Transito Chan Chan anunció que, con motivo de la celebración del Día del Trabajo, se reunirán en el Hotel Fiesta Americana, los dirigentes que conforman el gremio y la secretaría del trabajo” Aquí habría que preguntarse, ¿Dónde está aquí una “celebración” (término, por cierto, inadecuado) del día del de trabajo? ¿Dónde quedan las bases sindicales? ¿hay manera de que éstas sepan qué es lo que se debate o pacta en estas reuniones? ¿Dónde queda la discusión de las luchas y los problemas que día a día sufren las bases trabajadoras? ¿Qué cabida tiene el “lujo” de reunirse en un hotel en un día combativo como lo es el día de los trabajadores? Aquí es donde podemos percibir la lejanía de las dirigencias charras con las bases obreras. Las vemos codeándose con funcionarios públicos, asistiendo a lugares de lujo, velando por sus propios intereses políticos y económicos. Más cercanos a la burguesía que otra cosa.
Se continúa con lo siguiente: “En entrevista, descartó, por segundo año consecutivo, realizar algún evento público o masivo que pueda poner en riesgo la salud e integridad de todos los trabajadores, así como evitar la obstrucción e incomodidad de la población por el cierre de calles que se pudiera dar” Los dirigentes colaboracionistas han olvidado selectivamente la importancia del movimiento de masas y la lucha en las calles. Tan necesaria en un día de lucha como lo es el Primero de Mayo y que aun con pandemia, es posible llevar a cabo de manera que se observen todas las medidas de seguridad, higiene y distanciamiento. Pero eso sí, a las centrales obreras actuales no se les ve con esta preocupación cuando se trata de las campañas políticas realizadas por sus compadres en las esferas políticas de los partidos tradicionales. Donde son las mismas centrales quienes presionan y obligan a sus agremiados y agremiadas para asistir como acarreados. Ahí sí no dicen nada ni se preocupan por la salud de nadie, todo con tal de cumplir uno que otro favor político o económico.
Con respecto a evitar la “obstrucción” e “incomodidad” habría que recordar el propósito de la protesta social-obrera, así como hacer un repaso a la historia sindical revolucionaria del país ¿Qué movimiento obrero genuinamente revolucionario no ha causado incomodidad a sus enemigos de clase para la obtención de derechos laborales y mejora de sus condiciones de vida? La muestra de incomodidad a través de la huelga y las movilizaciones de masas son la base del desarrollo de la sociedad. En todo caso, ¿no sería mejor exponer ante toda la sociedad, el hecho de que la clase trabajadora se encuentre en la disyuntiva de salir a trabajar arriesgando su vida y la de su familia o morirse de hambre? ¿Acaso hacen algo los líderes charros de estas centrales para evitar esta incomodidad de las personas trabajadoras?
Continúa la entrevista “El líder sindical precisó que el gremio bajo su cargo, mantiene una relación muy estrecha y estable con las diferentes cámaras empresariales y descartó que existan conflictos”. El colmo de los colmos, no solo se les ha olvidado a las dirigencias charriles los métodos de lucha y la historia obrera sindical del país ¡Se les ha olvidado también el objetivo principal de la organización obrera y sindical! Tal vez es que nunca lo aprendieron. ¿Cómo es posible que una central obrera no tenga conflictos con cámaras empresariales? ¿Dónde queda la defensa, estudio y mejora de los intereses de la clase trabajadora cuando se colabora tan cercanamente con quien tiene intereses totalmente opuestos? No es sorpresa para nadie, que la mayoría de empresas hayan hecho recortes arbitrarios de personal, reducción de salarios, reducción de prestaciones, omisión del pago de utilidades, subcontratado personal o cualquier tipo de aberración relacionada a la violación de derechos laborales siempre bajo el pretexto de la pandemia, cuando tienen el respaldo de las dirigencias sindicales charras. Las cuales en su cinismo no encuentran “conflicto alguno” con estas situaciones.
“Hemos soportado los embates que se han presentado a lo largo de todo este año y del pasado, sobre la cuestión de la pandemia. No obstante, nos hemos arropado como gremio y hemos salido adelante de esta situación sin tener mayores problemas”.Agreguemos una cosa más a la lista de cuestiones olvidadas por los líderes de estas centrales, ya que han olvidado la realidad material misma. Durante la pandemia, a nivel nacional hubo 647 mil 710 empleos perdidos en 2020, de los cuales 560 mil 473 eran formales y 87 mil 237 eran eventuales, según las últimas cifras publicadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)[2]. Solo en Yucatán se perdieron 25 mil empleos formales. ¿Qué hicieron las dirigencias charras para contrarrestarlo? ¿Acaso eso fue salir adelante sin mayores problemas? ¿Cómo se puede decir que no hubo mayor problema cuando seis de cada diez víctimas mortales de COVID-19 en México son personas en situación de pobreza, sin protección social, con empleos mal pagados o no remunerados, o bien sin trabajo?[3] ¿Dónde estaban las dirigencias sindicales arropadas por las centrales obreras ante esta situación?¿Acaso alzaron la voz ante la pérdida de empleos y de vidas?
El reportaje finaliza con lo siguiente: “Al señalar que la CTM tiene más de 100 organizaciones afiliadas y en el interior del Estado 150 sindicatos, reiteró la disposición de seguir trabajando de la mano con todos los sectores de gobierno, ya que es la única vía para los avances significativos” (las letras en negritas son nuestras). Para cerrar con broche de oro, nos topamos con una mentira de lo más trascendental, donde se demuestra el espíritu corporativo que tanto caracteriza a estas centrales y su dependencia al gobierno en turno. ¡Es mentira que la “única vía para el avance” es el colaboracionismo gubernamental! Solo la clase trabajadora organizada es la única capaz de lograr su emancipación plena y alcanzar su bienestar colectivo, es ella misma quien debe salir a luchar para mejorar sus condiciones materiales y de existencia. Por el contrario, el gobierno suele fomentar y dejar pasar cualquier afectación a la clase trabajadora. No se debe olvidar su función principal, siendo la de proteger a la clase dominante, véase, a las grandes empresas y monopolios.
Sin embargo, algo de lo mencionado sí es verdad. Es la C.T.M., junto con otras centrales, las que tienen la mayoría del control del incipiente sindicalismo en Yucatán y en general en todo México. Lo que nos lleva a lo siguiente; si bien el reportaje trataba de la C.T.M. en Yucatán, todo lo analizado y mencionado en este escrito, es aplicable a todo el territorio nacional. Puesto que centrales como la C.T.M., la C.R.O.C., y ahora, poco a poco, la C.A.T.E.M., entre otras, aún tienen hegemonía en la mayoría del país, y además manejan los mismos discursos y siguen los mismos deleznables principios.
Es por ello y como una conclusión de lo que hemos revisado hasta ahora, que la clase obrera debe tener como objetivo y tarea principal inmediata el arrebatarles a las dirigencias obreras charras el control de los sindicatos, democratizarlos y recuperar estas centrales como lo que en un inicio fueron: formas avanzadas de organización de la clase obrera para la defensa de sus intereses de clase frente a los de la burguesía. No siempre es fácil ni tampoco posible en todos y cada uno de los casos y, por ello, tampoco se descarta la tarea de formar organizaciones obreras fuera de la influencia de estas centrales, al contrario, se asume como algo necesario cuando las condiciones así lo permiten o lo exijan. Pero eso no debe significar el abandono de la meta de atraer a la totalidad de trabajadores y trabajadoras, sin importar si pertenecen a centrales o sindicatos dirigidos por charros. La clase obrera debe luchar por echar de estos puestos de dirección a esos traidores de su clase y llenar los cargos con dirigencias verdaderamente obreras que tengan claro que no es posible conciliar sus intereses con los de la patronal.
La clase trabajadora no debe ceder ante sus dirigencias charriles, al contrario, debe luchar y sobreponerse a ellas. Utilizando los medios que tenga a su alcance, sean estipulados por la ley o no. Poniendo en práctica la solidaridad combativa junto con la organización clasista de sus compañeros y compañeras de trabajo, para que en conjunto puedan recuperar y tener a su disposición la herramienta principal para la lucha y superación del sistema capitalista: los sindicatos.
[1] Loyola Arturo (sábado 1 de mayo del 2021) No habrá marcha del Día del Trabajo. POR ESTO!
[2] https://www.animalpolitico.com/2021/01/647-mil-empleos-perdidos-por-covid-2020-trabajo-formal-mas-afectado/
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