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El Juego del Calamar desde un análisis marxista-leninista

Por: Emiliano Zepeda.


En las últimas semanas ha estado en tendencias la serie surcoreana que lleva por nombre “El Juego del Calamar”.


Dicha serie ha provocado un conjunto de opiniones de lo más variadas, desde los que sólo lo ven desde el punto de vista cinematográfico hasta los que opinan sobre el verdadero trasfondo o significado “subliminal” de la trama.


A pesar de las diversas opiniones vertidas en foros sobre el tema y en el debate público, a día de hoy no hay ningún análisis, por más resumido que sea, sobre la serie y su historia desde una perspectiva marxista-leninista. Por este motivo, el presente análisis busca, de manera resumida, pero sin eliminar elementos importantes, aportar una visión marxista-leninista sobre la trama de la serie con la finalidad de que el lector comprenda cómo las representaciones artísticas (uno de los tantos elementos que constituyen la “superestructura” en términos marxistas) son un reflejo de las condiciones materiales de la sociedad (lo que en términos marxistas sería la “estructura”).


De antemano advertimos que este artículo podría contener spoilers.


Resumen


La serie nos relata la historia de Seong Gi-Hun (protagonista), un hombre adulto de clase trabajadora que, debido a deudas, desempleo, precarización y problemas familiares, vive el estrés a diario.


Un día en una estación del metro, un hombre vestido de manera elegante con un traje lo reta a jugar “Ddakji” (juego tradicional coreano que consiste en que los 2 jugadores toman 1 sobre de papel, uno coloca el suyo en el suelo y el otro tira el suyo con la finalidad de voltearlo, si lo logra entonces gana, es muy similar a los “tazos” que muchos jugamos en la escuela con nuestros amigos) prometiéndole que de ganarle, le dará una gran cantidad de dinero.


Nuestro protagonista lo piensa ya que todo es muy sospechoso, sin embargo, por la situación difícil que vive, decide llamar al número telefónico de la tarjeta decidido a participar en estos juegos para ganar dinero.


Resulta que todos los que decidieron participar en los juegos son personas que, debido a su difícil vida (deudas, problemas financieros y económicos, desempleo, etc…) decidieron participar, se explica que el que gane todos los juegos se llevará un gran premio consistente en millones de “Wones” (moneda surcoreana) y que el que pierda en algún juego será eliminado.


En la serie vemos que nuestro protagonista va relacionándose con más jugadores, formando alianzas, amistades y vínculos sentimentales que, desgraciadamente, no durarán mucho, ya que en cualquier juego, ya sea porque alguien perdió o porque te toque jugar contra un amigo, deberás despedirte o ver morir a esa persona con la que te relacionaste durante varios días y que llegaste a considerar un amigo tuyo.


Análisis


Algo a tener en cuenta es, que toda idea, toda política, creencia o expresión artística, es decir, todo elemento de la superestructura, es un reflejo de las condiciones materiales, de las relaciones de producción, es decir, de la estructura.


Aplicado a la serie que estamos analizando, la trama de la misma es un reflejo de la putrefacción absoluta de las relaciones de producción de este sistema capitalista actual.


Todas las personas pertenecientes a la clase trabajadora en el capitalismo hemos sentido esa horrible desesperación y estrés de no saber qué hacer sin empleo, sin dinero, con deudas, cuentas que pagar, alquiler, hijos, etc… a tal punto que muchas veces estuvimos dispuestos a hacer lo que fuera con tal de mejorar un poco nuestra situación, pues precisamente fue esta misma desesperación la que llevó a nuestro protagonista a participar en dichos juegos. La serie plasma muy bien el hecho de que, en el capitalismo, las condiciones precarias de la clase trabajadora la obligan a hacer lo que sea, no importa qué, todo con la única finalidad de sobrevivir.


En muchas escenas de la serie podemos ver a personas con un lazo sentimental muy fuerte pelear entre ellas, aun sabiendo que uno tendría que matar al otro, todo con la finalidad de ganar el dinero del premio.


Este elemento nos muestra otro rasgo de la putrefacción de la moral en el capitalismo. En este modo de producción el dinero y su acumulación es lo más importante, no importa si es familiar tuyo, pareja o amigo, si para ganar dinero tienes que pasar por encima de los demás lo vas a hacer, incluso aunque en sí no quieras, tus necesidades materiales precarias te obligan en contra de tu voluntad a hacerlo.


Aquí podemos sacar una conclusión más o menos general de lo que hemos analizado hasta aquí, y es que: “Las necesidades materiales que tienes debido a una vida precaria, son producto de un modo de producción (capitalismo) que beneficia a una minoría capitalista y son estas mismas condiciones precarias las que, de una u otra forma, te obligarán a pasar por encima de tus cercanos con la finalidad de mejorar, aunque sea un poco, tu situación”.


Esto pasa en la realidad, y como toda expresión artística es un reflejo de la realidad, también lo podemos ver en la serie.


Ahora bien, en la serie vemos que los grandes empresarios apuestan dinero para ver quién gana y quien pierde como si se tratara de una carrera de caballos. Podemos ver que en la serie, a los capitalistas no les importa la vida de los participantes del juego, los ven simplemente como un medio de entretenimiento.


Esto en realidad es un reflejo un tanto disparatado de lo que realmente pasa, en la realidad los capitalistas saben que al apropiarse toda la riqueza producida por los trabajadores, obligan de una u otra forma a estos últimos a vivir en condiciones precarias, desde bajos salarios, informalidad, falta de derechos y prestaciones, desempleo, subcontratación, etc. Sin embargo, ¿Acaso esto les conmueve el corazón a los capitalistas?, ¿Acaso a los capitalistas de la vida real (a los capitalistas de la talla de Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego por ejemplo) se les conmueve el corazón cuando dan salarios de miseria, aumentan la jornada laboral, la intensidad del trabajo, atropellan los derechos laborales, subcontratan o despiden de manera injustificada?, ¿Acaso se les conmueve el corazón por estar haciendo sufrir a la clase trabajadora?, evidentemente no, a los capitalistas reales les importa un bledo la clase trabajadora tal y como así lo vemos en la serie, donde los capitalistas no se preocupan de las muertes de los participantes, simplemente se relajan y lo ven como un medio de entretenimiento en el cual pueden apostar.


Hasta ahora solo falta aclarar algo, porque muchos en este punto se han de preguntar cómo es posible que, si esta serie demuestra muchas de las problemáticas del capitalismo, cómo es que no está prohibida.


Aquí hay que ser cuidadoso, porque en realidad la serie si bien es un reflejo de la realidad material, para nada es una crítica al sistema capitalista en su esencia, recordemos que la problemática principal, la principal causante del mal del capitalismo, su principal contradicción es que una minoría empresarial vive de la riqueza creada por los trabajadores, sin embargo, en la serie no vemos como los empresarios se apropian de esta riqueza, lo que vemos es que los empresarios apuestan dinero para ver quién gana y quien muere.


Al no criticar al sistema capitalista en su esencia, al no criticar la causante de todo que es la contradicción entre la acumulación privada de la riqueza socialmente producida, a simple vista la serie pudiera dar a entender que “un empresario es malo solo si se divierte viendo morir a los pobres, pero si no hace esto entonces no es malo para nada”, por tanto, podemos darnos cuenta de que la serie no es una crítica al sistema capitalista en donde se expone su funcionamiento y sus consecuencias.


Al no criticar el funcionamiento del sistema capitalista, la serie no representa ningún problema para la burguesía, al contrario, le favorece ya que permite que la clase trabajadora y los sectores populares en la vida real, se queden con la falsa idea de que un empresario es bueno, pero si tiene gustos por ver morir gente mientras apuesta es malo, es decir, ayuda a fomentar la idea de que el problema no es un modo de producción, sino que son los malos “hábitos” o “gustos” de cada uno, no tomando en cuenta la lucha de clases ni la explotación de la clase trabajadora por la burguesía.


Si algo queda claro, es que en la vida real, el modo de producción nos obliga a nosotros la clase trabajadora a vivir en la miseria con tal de que unos pocos vivan a todo lujo, esa misma miseria es la que luego nos obliga a nosotros los trabajadores a hacer lo que sea necesario para ganar algo de dinero para sobrevivir un día más, vivimos explotados, precarizados, obligados por necesidad a hacer incluso lo que no queremos, muchos incluso matan por dinero o por supervivencia, mismas cosas que se pueden apreciar en la serie, ya que como dijimos antes: La trama de la serie es un reflejo de la putrefacción absoluta de las relaciones de producción de este sistema capitalista actual.



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