Por: Lucía Roble.
El actual gobernador de Yucatán se ha ensañado con los trabajadores del Estado. Aunque sabemos que únicamente es una pieza del ajedrez empresarial, ejecutor del capitalismo, qué únicamente favorece a los empresarios, siguiendo sus órdenes con autoritarismo y prepotencia.
Empezando su gestión, despidió a miles de trabajadores de base de diferentes dependencias estatales, sin importar los años de servicio qué tuvieran, por el simple hecho de ser de un partido diferente al suyo.
Reprimió con gases lacrimógenos una manifestación pacífica el 19 de enero de 2020 en contra de su paquete fiscal, que incluía el reemplacamiento y el alza a los impuestos y al predial, sin importarle que hubiera niños, gente de la tercera edad y personas con discapacidad, para no manchar la imagen de su primer informe de gobierno.
Ha ejercido, desde hace un año, terrorismo gubernamental en contra de los trabajadores afiliados al ISSTEY, qué remató con una nueva ley aprobada rápidamente, a través del contubernio con diputados y funcionarios, en perjuicio de los Derechos humanos y laborales de miles de trabajadores y sus familias.
Ha habido un desprecio constante al ciudadano, al cerrarse al diálogo y no responder por escrito a las peticiones y demandas realizadas legalmente. Para él y sus funcionarios que tienen la misma postura, no valemos la pena de ser atendidos y no tiene intención alguna de resolver nuestras necesidades.
Ha sido cómplice del robo de nuestras aportaciones al instituto de seguridad social del estado, ya que, en vez de castigar a los culpables del quebranto, decidió incrementar las aportaciones y que los trabajadores paguen por ese robo.
No le ha importado dejar sin su sustento a cientos de recién jubilados del ISSTEY, alegando que no hay dinero para pagarles, siendo que hace gastos superfluos y viajes frecuentes al extranjero, mientras los jubilados no tienen ni para comer. Alega que no hay recursos para cumplir con sus responsabilidades de pagar a los trabajadores.
¿Y qué ha hecho con el dinero recaudado con el reemplacamiento, el impuesto predial y por los impuestos qué ha aumentado recientemente y con los préstamos millonarios que ha solicitado, endeudando aún más al estado?
El pasado 20 de noviembre, de nuevo reprimió una manifestación pacífica de los sectores populares que demandan justicia, impidiendo el paso de los participantes de distintos movimientos y sindicatos que reclaman justicia.
Exigimos respeto para la clase trabajadora, que somos quienes todo lo producimos. Exigimos respeto a nuestra seguridad social. Exigimos respeto a la libre manifestación y al libre tránsito. Ha sido el peor gobernador que hemos tenido ¿Y todavía cree que puede ser presidente? Pues seguramente la burguesía lo tome en cuenta, ya que ella se vale de gente como él para perpetuar su dominación sobre el resto de la sociedad. Pero la clase trabajadora ya está cansada cada día más de vivir en esta dictadura burguesa con el disfraz de democracia.
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