Empresarios y líderes sindicales amenazan a trabajadores para asistir a marcha en favor del 4° Muelle

Por: Juan Villanueva.

El pasado 9 de junio, la empresa “Muelles del Caribe S.A. de C.V.”, en conjunto con líderes sindicales, medios de comunicación y periodistas “independientes” (nótese las comillas) ya conocidos en Cozumel, realizaron una conferencia de prensa con el objetivo de, según dicen, “comunicar e informar” a los cozumeleños sobre lo que implica la construcción y operación del megaproyecto conocido como “4° Muelle de Cruceros”.

Entre lo dicho por los promoventes del megaproyecto se mencionaron los mismos argumentos de siempre: “Traerá progreso”, “traerá desarrollo”, “generará empleos”, “generará derrama económica” y un sinfín de frases con las que históricamente se han vendido proyectos de infraestructura, inmobiliarios y los más variados intereses empresariales en la isla.

En esa misma línea narrativa, diversos medios locales y comunicadores hicieron eco de los “argumentos” de la empresa promovente en sus respectivas redes, compartiendo videos hechos con inteligencia artificial y artículos de “opinión” a favor del megaproyecto, práctica que han estado realizando desde hace semanas como parte de una campaña de contrapropaganda hacia las diversas organizaciones ambientalistas y sociales que desde hace 3 años realizan una labor informativa sobre las razones ambientales, sociales y económicas por las cuales este megaproyecto es todo menos beneficioso para la isla, dejando ver que existe una compra por parte de intereses empresariales hacia los medios de comunicación locales y que usan para manipular la opinión pública.

Las reacciones no se hicieron esperar, mostrando un descontento generalizado no solo contra el megaproyecto sino también con la empresa “Muelles del Caribe” y los medios serviles a sus intereses.

La cuestión se agudizó cuando se dio a conocer que diversas empresas y líderes sindicales de la isla convocaron el 11 de junio a una marcha a favor del 4° Muelle, y más aún cuando a través de filtraciones y denuncias se supo que estas empresas y líderes sindicales prometieron a sus trabajadores un “incentivo económico” por asistir, mientras amenazaron a los que no asistan con represalias laborales, incluido el despido.

En respuesta, organizaciones ambientalistas y sociales que han estado en contra del 4° Muelle y han llevado una lucha legal con recaudación de firmas, amparos y manifestaciones, convocaron a una marcha en protesta contra el megaproyecto el mismo día, misma a la que asistieron cientos de personas y que culminó en un mitin frente al palacio municipal.

Sin embargo, como era de esperarse, la gran mayoría de medios locales con gran alcance solo cubrieron y transmitieron en vivo la marcha a favor del megaproyecto; no cubrieron ni transmitieron ni dieron siquiera a conocer que había otra marcha en contra del 4° Muelle que se llevaba en paralelo y a la cual asistió mucha más cantidad de gente, lo que confirma su vil servilismo a los intereses económicos que los financian y la existencia de una estrategia de comunicación diseñada para opacar la oposición al megaproyecto, resaltar la marcha a favor del muelle y así manipular la opinión pública para legitimar la firma del visto bueno del presidente municipal José Luis Chacón para dar inicio de manera formal a la construcción del muelle.

Identifiquemos bien a nuestro enemigo

Derivado de la marcha a favor del 4° Muelle en la que, mediante sobornos y amenazas, obligaron a trabajadores de diversos sectores a asistir, desde varios sectores se ha estado impulsando un discurso que promueve la división entre la clase trabajadora de la isla al decirles “vendidos”, “traidores” o demás adjetivos descalificativos a los que asistieron a la manifestación a favor del megaproyecto.

Es necesario señalar que esos trabajadores no son el verdadero enemigo, ellos, al igual que cualquier trabajador de cualquier sector de cualquier rincón del mundo tiene familia, gastos (escuela de los hijos, alimentación diaria, vivienda, etc.) y responsabilidades económicas para con los suyos. Aunque pudiera haber alguno que si esté a favor del muelle, la gran mayoría asistió a la marcha no por gusto, no por convicción, sino por necesidad, más ahora que se está en temporada baja y el trabajador se las tiene que arreglar para vivir al día.

El acusar de “vendidos” o “traidores” a estos trabajadores que asistieron solo fomenta la división entre la clase trabajadora, los sectores populares y en general favorece a los grandes empresarios que son el verdadero enemigo, ya que son ellos los que buscan promover un muelle para aumentar sus ganancias, los que explotan a los trabajadores con empleos con condiciones miserables, los que asfixian al pequeño comerciante al cooptar al mayor número de turistas, los que sobornan a la prensa y los que amenazaron a los trabajadores de diversos sectores para que asistan a la marcha. No nos confundamos, el enemigo no son los trabajadores, son los empresarios, son los burgueses, es el capital.

¿De verdad el 4° Muelle traerá progreso y desarrollo económico?

Ya en un anterior artículo se dio a conocer como este megaproyecto solo beneficiará a los grandes empresarios locales y extranjeros en detrimento de la clase trabajadora y los sectores populares de la isla.[1] Sin embargo, no está de más explicar de nuevo la cuestión.

Los empresarios promoventes e interesados en este 4° Muelle de Cruceros intentan vender el megaproyecto asegurando que habrá progreso y desarrollo económico, pero no dicen (o no quieren decir) que este progreso y desarrollo económico solo será para ellos, no para los trabajadores ni sectores populares.

Esos empleos que tanto dicen que se generarán y con los cuales buscan convencer de la necesidad del muelle son empleos que, como ya pasa en la mayoría de puestos en la isla, se caracterizan por una alta informalidad laboral (sin contrato, sin prestaciones de ley, atropellos continuos a la Ley Federal del Trabajo, etc.), con salarios precarios, dependencia de propinas y jornadas extenuantes.

Por otra parte, a los propietarios de pequeños negocios tales como tiendas de artesanías, pulseras, vendedores ambulantes y demás trabajadores por cuenta propia o que trabajen sus propios negocios se les ha hecho creer que podrán aumentar sus ventas al incrementarse la llegada de turistas a través del 4° Muelle. Sin embargo ya en la actualidad con los 3 muelles existentes y con todo el flujo de turistas que eso supone, este supuesto beneficio solo ha sido para los grandes centros turísticos y clubes de playa que cuentan con sus propios negocios (venta de artesanías, pulseras, restaurantes, etc.) dentro de sus instalaciones, mismas en las que consume el gran grueso de los turistas que llegan a la isla ya que desde antes de bajar del crucero ya tienen comprado el tour, el almuerzo y en general los servicios en estos grandes centros propiedad de grandes capitales privados, por lo que no les compran a los pequeños propietarios ni vendedores que laboran en los parques y plazas públicas del malecón de la isla.

En ese sentido, cuando dicen que el muelle traerá progreso y beneficio económico es porque solo será para los empresarios e inversores involucrados en la construcción, operación del muelle y los centros turísticos que cooptarán al grueso de turistas, pero a los trabajadores, al mesero, al cocinero, al steward o a cualquier trabajador de un puesto de trabajo promedio solo le espera una mayor precarización laboral de la que ya de por sí existe en la actualidad en la isla.

Lo mismo respecto a los pequeños propietarios y trabajadores a cuenta propia. ¿Cómo van a incrementar sus ventas y beneficiarse si el gran grueso de los turistas es cooptado por los grandes centros y clubes de playa propiedad de grandes capitales privados nacionales y extranjeros? De nueva cuenta se demuestra que el “progreso” y “desarrollo económico” solo es para un puñado de empresarios, no para la clase trabajadora y los sectores populares. Ninguno de los promoventes del 4° Muelle ha dicho cómo planean solucionar estas problemáticas, precisamente porque saben que significaría reducir sus ganancias.

¿Podemos esperanzarnos en la lucha jurídica?

Si bien la lucha jurídica o a través de las instancias gubernamentales oficiales es una forma de lucha, históricamente (y la experiencia reciente así lo confirma) tiene serias limitantes.

Se han puesto infinidad de amparos y denuncias, se han recabado miles de firmas y se han entregado cientos de documentos a la anterior administración del ayuntamiento y al actual. No obstante, todos los recursos jurídicos, amparos, denuncias y procesos por la vía oficial que se han realizado contra este 4° Muelle han carecido de efectividad, no por no tener razón en sus argumentos, sino porque el sistema jurídico y legal, así como las instituciones gubernamentales y, en definitiva, el Estado en general, están diseñados específicamente para defender los intereses del capital, por lo que esperar que el Estado cancele un megaproyecto en beneficio de los capitalistas es poco realista. La declaración de los capitalistas promoventes del proyecto, en la que aseguraron que “el muelle va porque va”, es una comprobación de ello.

Por tanto, la lucha jurídica y legal tiene que estar respaldada por formas de lucha a pie de calle, mediante un plan estratégico conjunto de todos los sectores opositores al 4° Muelle, desde trabajadores, estudiantes, trabajadores por cuenta propia, pequeños propietarios, lancheros, buzos, ambientalistas, unir nuestros recursos y presionar de manera presencial tanto a las autoridades como a los empresarios promoventes ya no para solicitar su intervención, sino exigir, con toda la fuerza y convicción que eso supone, la cancelación de este megaproyecto explotador y ecocida.

[1] Véase el artículo Cozumel, la pequeña isla que resiste contra los megaproyectos turísticos, disponible en: https://chaksaastal.wixsite.com/misitio/post/cozumel-la-peque%C3%B1a-isla-que-resiste-contra-los-megaproyectos-tur%C3%ADsticos