Por: Humberto Ic.
UMÁN, YUCATÁN - Un joven obrero de 23 años de edad fue aplastado por una prensa hidráulica en la planta de Holpre Durmientes (vinculada a ICA) ubicada en el Parque Mueblero sobre la carretera Umán-Dzibikak. Esto ocurrió el día martes 1 de marzo, alrededor de las 5 de la mañana.
La información hecha pública hasta ahora indica que el equipo en cuestión tiene una presión de 100 toneladas, aunque, al parecer, sus compañeros lograron presionar el botón de pánico antes de que las lesiones fueran todavía mayores. El joven fue llevado al Hospital Juárez para ser atendido por un trauma en el tórax.
Este tipo de accidentes son frecuentes en los lugares de trabajo de nuestra clase. Al burgués dueño de la empresa, al accionista, no le interesa en lo absoluto el bienestar de quienes ahí trabajan, salvo que sus ganancias estén en juego. Para los burgueses, la preservación de la integridad y la propia vida de las y los trabajadores, son sólo un mal necesario. Y los accidentes son para ellos, gajes del oficio de los cuales siempre saben salir bien librados aunque a los trabajadores y a sus familias se les deje abandonados a su suerte en todos los sentidos. A final de cuentas, los empresarios saben que tienen a su disposición todo un ejército de obreras y obreros ansiosos de empleo, y que por lo tanto si alguno enferma o muere, pueden sustituirlos fácilmente. Recordemos que apenas el 23 de febrero murió un trabajador aplastado por una estructura metálica en la antigua planta Millet ubicada en el periférico de Mérida.
Sólo la organización de las trabajadoras y trabajadores en sus centros de trabajo puede acabar con tragedias tan atroces cómo esta. Estos “accidentes” tienen un culpable: la burguesía. Nos corresponde chocar contra ellos en defensa de nuestros derechos, de nuestra integridad y de nuestras propias vidas. Por otra parte, rechazamos toda pretensión de embellecimiento del proceso de industrialización por parte de la burguesía. Este proceso, bajo el orden burgués, trae consigo un mar de miseria y de sangre para los trabajadores. La industrialización y cualquier otro desarrollo de las fuerzas productivas solo podrá estar al servicio del proletariado bajo el socialismo. De otro modo, esta industrialización significará más calamidades para nuestra clase.
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