Por Guillermo Uc Desde el pasado viernes a las 7 de la noche hasta la tarde del sábado, pobladores del puerto de El Cuyo en el municipio de Tizimín se quedaron sin el servicio de energía eléctrica, siendo una más de las más de 12 ocasiones en lo que va del mes que ocurre el corte de este importante servicio. Como consecuencia del mismo, muchos productos de la población que necesitan refrigeración se han perdido y también ha afectado el suministro de agua potable, en plena época de calor.
Hasta el momento, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por medio de su superintendente local, Gaspar García, no ha dado respuesta a las múltiples exigencias para reparar el desperfecto. Lo que sí ha informado, en un comunicado, es que suspenderá por 6 horas la luz en el kilómetro 15 de la carretera Sucilá-Buczotz, con el pretexto de “darles mantenimiento a los equipos y mejorar la infraestructura eléctrica”. También hace 3 años, los habitantes de El Cuyo denunciaron estas fallas, organizándose para exigir una solución. La respuesta de ese entonces por parte de la CFE es que diversos representantes del organismo irían al puerto a mejorar el servicio, cosa que no ocurrió. Y es que, cuando se trata de solucionar las demandas de la clase trabajadora, las instituciones del Estado nunca se preocupan por ello. Sin embargo, cuando se trata de los intereses de los monopolios, la respuesta siempre es rápida.
Llama la atención que, tal como una de las manifestantes menciona, en los últimos años, el número de hoteles de la zona ha ido en aumento, lo cual podría explicar por qué ha habido tantos fallos en el servicio, ya que estas infraestructuras de los monopolios tienden a acaparar el suministro de diversos servicios, como el agua potable y la energía eléctrica, dejando en desabasto a la población.
Al igual que hace 3 años, los pobladores se están organizando y advierten que, de no tener una respuesta pronta, recurrirán a llevar a cabo manifestaciones. Es necesario que esta organización y la lucha que de ella se desprenda pueda llegar hasta las últimas consecuencias, ya que la burguesía no atiende razones por formas diferentes. La experiencia ha demostrado, como en Candelaria, Campeche, que esta es la mejor forma de educar a la clase obrera.
En ese sentido, es necesario aprender de esas experiencias y avanzar en la organización y unidad con la clase obrera y sectores populares de otros municipios que, como en el caso de El Cuyo, han tenido estos problemas y que identifiquen que el suyo no es un hecho aislado, sino que responde a una situación generalizada en donde los monopolios ganan y la clase trabajadora es la que siempre sufre las consecuencias.
*Fotografía: Por Esto!
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