Por Carlos Parra
A poco más de dos años de que inicio la pandemia por el virus del COVID19 en México, los casos siguen en aumento. El año pasado la mayoría del país paso a color verde, mismo que dentro del esquema del semáforo epidemiológico (que de poco o nada ha servido para mitigar las afectaciones de la pandemia), ha válido para el beneficio de la patronal. Durante los primeros días del nuevo año, se han registrado un incremento exponencial de contagios a lo largo y ancho del país, teniendo en varios estados la necesidad de cancelar eventos públicos y el famoso regreso a clases.
Este incremento de casos que se ha registrado es gracias a la variante Ómicron, la cual es mucho más fácil de transmitir, que sumado a esta característica estan las aglomeraciones en el transporte público, la nula acción de los gobiernos estatales y el federal por crear políticas acordes a la situación y las pocas medidas que se llevan a cabo en las empresas, para asegurar la salud de los trabajadores.
A nivel nacional, el uso de camas de hospital ha ido en aumento, teniendo un 34 % de ocupación y para los pacientes críticos que necesitan respirador ascendió la cantidad a un 19 %. Las entidades donde se ha registrado mayor cantidad de personas infectadas son Baja California Sur, Cuidad de México, San Luis Potosí, Colima, Tabasco, Nayarit, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León y Yucatán.
Las cifras siguen en aumento, siendo como al inicio de esta crisis sanitaria, más notorias en las filas de la clase trabajadora, que no solo sortea la dura cuesta de enero afectada por la inflación, sino que también tiene que lidiar con la precarización laboral, que han ido en aumento.
Cabe recalcar que la patronal se ha valido de la pandemia para justificar el recorte de personal, así como pauperizar aún más las condiciones de trabajo.
*Foto tomada de internet (El Economista)
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