Por Carlos Parra
Desde hace un par de años en México, se han usado herramientas bursátiles de inversión en infraestructura y bienes raíces, mismas que actualmente han sido mencionadas por FONATUR, como instrumento para consolidar la construcción de ciertos tramos del tren maya, es decir, FONATUR ha vendido la idea a los ejidatarios de sumarse al proyecto del tren maya, cediendo sus tierras para uso bursátil, y para ello se pretende usar las llamadas FIBRAS. Pero; ¿Qué son las FIBRAS y para que sirven?
¿Qué son las FIBRAS?
Los Fideicomisos de Inversión y Bienes Raíces son vehículos bursátiles destinados para el financiamiento, adquisición o construcción de bienes inmuebles, obteniendo ganancias de la renta de lo que emane de estos, como puede ser oficinas, locales comerciales, parques industriales, hoteles, etc.
Tienen como finalidad fomentar la inversión de capital en el sector de bienes raíces, colocando Certificados Bursátiles Fiduciarios Inmobiliarios en la Bolsa de Valores. Las FIBRAS posibilitan la participación de grandes, medianos y pequeños inversionistas -nacionales y extranjeros- en el financiamiento de proyectos inmobiliarios y de infraestructura, recibiendo beneficios del plusvalor o renta que emane de los inmuebles del fideicomiso[i].
¿Cómo funcionan las FIBRAS?
Los dueños -poseedores de los títulos- de los inmuebles, otorgan estos a la FIBRA -Fideicomiso encargado-, recibiendo una contraprestación económica, y es el fideicomiso el encargado de introducir las acciones -certificados bursátiles- en la bolsa de valores, para que inversionistas puedan participar a través de la compra o adquisición de acciones, del dinero que se recauda en esta dinámica bursátil va a parar a los dueños del proyecto.
El mismo fideicomiso es el encargado de administrar, dar mantenimiento, etc., del bien inmueble, de igual forma los accionistas pueden vender su participación del fideicomiso en el momento que ellos decidan, poniendo sus títulos en la misma bolsa de valores.
¿Cuál es la función de las FIBRAS en la construcción del Tren Maya?
Aquellos ejidatarios que entren al proyecto, de primera instancia tendrán que cambiar su régimen de propiedad social a privada, es decir, aquellos que cedan sus tierras a la FIBRA-TRENMAYA, tendrán que privatizar sus tierras, puesto que la Ley Agraria (Art. 74),[i] no permite colocar acciones bursátiles de ejidos, lo cual podría arrojar en la venta y despojo de las tierras comunales.
Dentro del imaginario oficial -FONATUR Y LA 4T- se plantea que tanto los ejidatarios como los capitalistas -inversionistas- se unan bajo una sociedad donde los primeros pongan sus tierras y los segundos la infraestructura, según, teniendo a ambas partes como beneficiarias de este proceso bursátil. Sin embargo, los recursos emanados del proceso -dividendos- no serán proporcionales puesto que estos, dependerán de la cantidad de acciones que posea cada uno de los socios en la sociedad.
Datos a relucir:
Una vez que las tierras comunales pasen a ser de régimen privado y sean cedidas al fideicomiso, no hay marcha atrás para los ejidatarios, ya que, con base a la ley de mercados bursátiles, las FIBRAS son irrevocables (Art. 63)[i]. Los ejidatarios tendrían que esperar el periodo legal de 4 años o adquirir -comprar- el resto de las acciones en posesión de los demás socios -los inversionistas-.
La balanza se inclina para el que posee un poder adquisitivo mayor, es decir, los capitalistas -inversionistas-, puesto que estos poseen mejores condiciones económicas para adquirir un total de acciones mayor que el ejidatario -dueño de la tierra-.
Las acciones en el mercado bursátil están a merced de la especulación y confianza de los inversionistas, es decir, que el valor de las acciones fluctúa de acuerdo al grado de confianza que se le tenga al proyecto, así como puede generar ganancias puede que genere perdida, dejando aun más a la deriva al ejidatario que; no podrá recuperar su tierra y no tendrá una ganancia asegurada de ella, dejándolo con la única opción de vender sus acciones -la parte que le pertenece- y con ello perder su tierra.
En México solo el 0.4 % de los mexicanos tienen acceso a participar -invertir- en el mercado bursátil, en la Bolsa Mexicana de Valores (Datos de la CNBV 2018[i]), teniendo un panorama completo de que los únicos que pueden participar en esta estrategia comercial, son los capitalistas nacionales e internacionales, que buscan a toda costa despojar a los ejidatarios de sus tierras para destinarlas al uso comercial y con ello acrecentar su acumulación de capital, explotando no solo el suelo de la región sur-sureste del país, sino que también explotando y precarizando la fuerza de trabajo de la clase proletaria y arrojando al campesinado a la proletarización.
De una forma elegante se busca despojar al ejidatario del sureste mexicano de lo poco que le queda, sus tierras, dejándolo a merced de la embaucadora estrategia capitalista, que aun siendo ruin termina por ser legal, es decir, de una novedosa herramienta del despojo. De la mano de FONATUR y apoyo total de la 4T, se busca dinamizar las fuerzas productivas en esta región del país, trayendo consigo no solo los despojos de tierras, sino también una dinámica migratoria obligada y una precarización de la fuerza de trabajo, tanto en la cuidad como en el campo y en las comunidades originarias. El implemento de las FIBRAS solo deja en claro a que intereses sirve el actual gobierno, y que, si bien cambio el color del partido que ostenta la administración, el Estado sigue siendo el mismo, fiel y servil a los intereses de los capitalistas tanto nacionales como extranjeros.
[i] Informe anual de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, 2018. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/496509/Informe_Anual_2018.pdf
[i] Ley del Mercado de Valores, Titulo III, Art 63. https://mexico.justia.com/federales/leyes/ley-del-mercado-de-valores/titulo-iii/capitulo-i/
[i] https://mexico.justia.com/federales/leyes/ley-agraria/titulo-tercero/capitulo-ii/seccion-quinta/#articulo-74
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