Por: Guillermo Uc.
Estimado lector o lectora, ¿usted tenía conocimiento de que en Kanasín hay planes para la construcción de una planta termoeléctrica a cargo del monopolio español Iberdrola? Si su respuesta fue negativa, se encuentra en la misma posición que los pobladores de dicho municipio, pues resulta que las y los habitantes de Kanasín, en su mayoría, no tienen ni idea de dicho megaproyecto ni de que hay una consulta al respecto, pues como ha ocurrido en otras ocasiones, el Estado no tuvo interés en informar a la población.
Dicha consulta fraudulenta comenzó desde el 1 de octubre y estará abierta hasta el 28 del mismo mes, pero hasta el momento las y los vecinos no estaban enterados, faltando ya cerca de solo dos semanas para finalizar. Todo indica que el modus operandi resultará ser el mismo que con la vergonzosa consulta sobre el Tren Maya, donde no participó ni el 3% del padrón electoral: un claro intento de no informar o informar a medias, esperando baja participación popular de manera que la única que participe sea, en su mayoría, a partir de acarreos por parte de Morena o sus partidos satélites, los cuales incondicionalmente votarán que sí y, con eso, se legitimará la farsa.
Aunque las preguntas de la “consulta” plantean la posibilidad de que los pobladores no hayan conocido la Manifestación de Impacto Ambiental ni las consecuencias inmediatas de la obra, la misma consulta ni la obra en sí han sido presentadas a nadie. Cualquier elección en dicha consulta sería fundada sobre arena, ya que es ridículo pensar que la población podrá emitir un veredicto sobre algo que desconoce. Pero para la socialdemocracia, el actual gobierno de la demagogia representante de los monopolios, eso es más que suficiente con tal de continuar con el desarrollo del capitalismo en la Península de Yucatán.
Pero, ¿qué se sabe de la termoeléctrica y la empresa detrás de ella? Esta planta termoeléctrica de ciclo combinado es obra de Iberdrola, S. A., monopolio español dedicado a la rama energética de la industria. Con Yucatán, sería el séptimo estado de la república donde tiene presencia, junto con Baja California, Nuevo León, San Luis Potosí, Durango, Sinaloa y Tamaulipas, lo cual significaría expandirse fuera del norte del país, hacia el sureste. A su vez, la de Kanasín será la sexta en Yucatán y la cuarta de ciclo combinado. Iberdrola está invirtiendo en la obra 8 mil 436 millones de pesos, que estima recuperar en unos 10 años.
Al ser de ciclo combinado, supuestamente la contaminación y el consumo de recursos que traerá como resultado la termoeléctrica, será mínima, tal como presume la empresa en su página web. Sin embargo, se sabe que la central termoeléctrica extraerá gas natural del gasoducto Mayakan y al menos 25.5 metros cúbicos de agua por hora. Aunque, como es común de los monopolios hoy en día, Iberdrola intenta disfrazarse de eco-friendly, el informe del Observatorio de Sostenibilidad “Descarbonización 2020 en Europa, España y comunidades autónomas” situó a la empresa como la octava más contaminante del año 2020, con 2 millones 845 mil 961 toneladas de CO2, lo que representa el 1.1% del total de las emisiones en España de ese año.[1]Es decir, que una de las empresas más contaminantes del mundo estará cuando menos unos 28 años presente en Kanasín, pues el plan presentado por la misma empresa prevé la construcción y operación de dicha central en ese periodo de tiempo, mismo que, como suele ocurrir, podría alargarse dependiendo de las ansias de acumulación de capital de la empresa.
Algunos vecinos, de los pocos que ya conocen algo de la obra, ven con cierto entusiasmo la construcción de la central, pues piensan que con una termoeléctrica se solucionarían los problemas de fallos en el suministro eléctrico del municipio, mientras que algunos otros ven en su construcción una fuente de empleo. Sin embargo, algunos otros lo ven con justo recelo. Un vecino comentaba que, cuando se iba a construir la subestación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Valladolid, se había prometido solucionar el problema de la energía, pero al final, gran parte del suministro fue a parar a la Riviera Maya. Igual recuerda que los empleos generados durante la época de la construcción de las naves industriales en la carretera Mérida-Cancún solo fueron temporales y algunos no duraron más de dos años.[2] Por lo tanto, temen que estos escenarios se repitan, cosa que no es nada improbable.
Iberdrola no es una garantía de estabilidad laboral para sus trabajadores y hay antecedentes que lo demuestran. En 2020 la empresa se enfrentó a movilizaciones obreras en España, ya que llegó a un pre-acuerdo con algunos dirigentes oportunistas de sindicatos en ese país, lo que le permitiría golpetear duramente a sus casi 9 mil empleados con la pérdida de una parte de su antigüedad, un recorte a la tarifa gratuita del servicio eléctrico ofrecido a sus empleados, así como un recorte salarial del 10% a nuevas incorporaciones.[3]
Por otro lado, aunque el actual gobierno de López Obrador y la socialdemocracia, en su patética retórica nacionalista con la que intenta promover su reforma energética, evoca a la situación en España donde Iberdrola, como todo monopolio, ejerce su influencia sobre el Estado, es la propia 4T quien legitima el megaproyecto, pues es la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) la dependencia encargada de la fraudulenta consulta, una instancia federal. Para impulsar el desarrollo del capitalismo en la región, las viejas rencillas pueden hacerse a un lado. El Tren Maya necesitará gran cantidad de energía para su funcionamiento, misma que los monopolios nacionales y extranjeros (como Iberdrola) le pueden proporcionar. Resulta sumamente “conveniente” que la planta se vaya a ubicar muy cerca de Tepich Carrillo, a menos de 10 km de la Hacienda Teya, donde se ha anunciado que será la nueva estación del Tren.
Como cualquier otro megaproyecto bajo el capitalismo, esta termoeléctrica no representa ningún beneficio para la clase trabajadora o los sectores populares, sino que únicamente responde al interés del capital, y este no es un problema que se solucione solo con una “consulta bien informada” o cualquier otra salida reformista, pues, aunque fuese así, el beneficiario final no será otro que el capitalista. El desarrollo de las fuerzas productivas solo puede beneficiar a las y los trabajadores cuando éstos se apropien de ellas, cuando el Estado proletario ponga a disposición de la clase obrera toda la infraestructura que levante.
Entre tanto, en este momento, lo que toca es la organización popular contra dichas obras, desenmascarar las consecuencias nefastas que para nuestra clase representan estos megaproyectos y oponer resistencia contra ellos. A la clase obrera y los sectores populares de Kanasín se les ha impuesto la encrucijada que solo tiene dos opciones posibles: ver cómo una empresa se lleva sus recursos, les despoja de sus tierras y contamina su entorno, todo ello a sus espaldas; u organizarse y luchar para evitarlo.
[1] Observatorio de Sostenibilidad. Descarbonización 2020 en Europa, España y comunidades autónomas. Consultado en: https://d3cra5ec8gdi8w.cloudfront.net/uploads/documentos/2021/04/12/_ndpresultadosinformedescarbonizacion2021_4d778228.pdf
[2] Jesús Cámara (11 de octubre de 2021). “Confían en que planta los beneficie”. Por Esto! Sección “La Ciudad”. pp. 2-3.
[3] Agustín Marco (2 de diciembre de 2020). “Protesta sindical en la sede de Iberdrola por los recortes tras la burbuja salarial”. El Confidencial. Recuperado de: https://www.elconfidencial.com/empresas/2020-12-02/protesta-sindical-sede-iberdrola-recortes-burbuja-salarial_2856139/
Fotografía: Por Esto!
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