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Las elecciones en Campeche y la farsa electoral

Por Neftalí Ricardo


Las campañas electorales por la gubernatura en Campeche han empezado y la burguesía empieza a mover sus piezas para asegurar que los intereses de su clase no se vean afectados.


Uno de estos movimientos es hacerle creer a la clase trabajadora que la única forma de democracia es el sufragio y por lo tanto se debe elegir a quien le ofrezca una mejor gestión pública. Sin embargo, las y los candidatos no basan su campaña en sus propuestas de gestión, sino en la desacreditación, en demostrar que las o los otros son más corruptos.


Aquellos que se nombran a sí mismos como “periodistas críticos” ensalzan estos detalles y no por coincidencia, sino con la intención clara de hacer creer a las y los trabajadores que su miseria es producto de la mala gestión pública y no de la explotación de una clase por otra[1] alejándolos así de la lucha revolucionaria.


Las campañas se vuelven entonces un teatro de dimes y diretes en el cual los errores ajenos se toman como aciertos propios y entre tanta corruptela, la clase trabajadoras y las clases oprimidas deben votar por el peor de los males.


¿Pero quiénes son realmente las y los candidatos? ¿Cuál es su procedencia? ¿Qué intereses defienden?


Existen 7 candidatos a la gubernatura de Campeche, sin embargo, son realmente tres quienes tiene una oportunidad real en la contienda: Por Morena y el PT Layda Sansores San Román, por el PRI-PAN- PRD Christian Castro Bello y por Movimiento Ciudadano (MOCI) Eliseo Fernández Montufar.


Layda Sansores, quien ha sido candidata a gobernadora en más de una ocasión por diferentes partidos, en 1997, por el PRD, en 2003 por Convergencia, hoy movimiento ciudadano y en el 2015 por MORENA.


Layda comenzó su carrera política en el PRI, partido en el cual militó durante 30 años en dónde tuvo diferentes cargos públicos y de representación por la vía plurinominal. Después de no ser nombrada como candidata a las elecciones para la gubernatura en 1997 renunció al PRI y obtuvo la candidatura por medio del PRD. En el año 2000 renunció al PRD y promovió el voto "útil” por Vicente Fox y el PAN. Posteriormente se sumó a Convergencia, partido que la lanzó como candidata a la gubernatura de Campeche en el 2003. En dicho partido fue diputada plurinominal del 2006 al 2012 y senadora plurinominal del 2012 al 2014 año en que renunció a MOCI para sumarse a la bancada del PT.


Hoy Layda Sansores busca de nuevo la gubernatura de Campeche por MORENA y bajo la consigna de llevar la 4T a Campeche. Cuenta con el apoyo de los monopolios interesados en la construcción del tren maya y se ha servido de alianzas “estratégicas” para mantenerse en la candidatura, concediendo a viejos militantes del PRI como Renato Sales y Raúl Pozos otras candidaturas o pactando los futuros cargos públicos. Esto ha sido denunciado por los mismos militantes de MORENA en Campeche y ha causado una desbandada en el partido.


Christian Castro Bello, sobrino de Alejandro Moreno, quien fuera gobernador de Campeche y quien es el actual presidente nacional del PRI. Pese a su casi nula popularidad, Christian Castro cuenta con el apoyo de la burguesía local de Campeche y por supuesto con toda la maquinaria estatal que ha permitido, a pesar de las leyes electorales, distribuir su rostro a través de propaganda esparcida por todo el estado, en camiones, espectaculares y en las redes sociales virtuales en una supuesta campaña dirigida a “militantes y simpatizantes del PRI”. Cabe mencionar, que para que Castro Bello obtuviera una posibilidad en la contienda electoral el partido dirigido por su tío, pacto una alianza con el PAN y con el PRD denominada “Va por Campeche”. La prensa local se ha prestado a la cobertura casi total desde la pre campaña y campaña de Castro Bello buscando aumentar su popularidad.


Eliseo Fernández Montufar es el tercer candidato con posibilidades en esta contienda. Quizá el más popular de los tres, producto de una campaña populista de seis años que este llevó a cabo mientras era diputado local y posteriormente alcalde del municipio de Campeche. Descontento por la alianza del PAN, partido al que pertenecía, con el PRI, que no le favorecía en sus intereses políticos, se sumó a las filas de Movimiento Ciudadano quien le brindo la candidatura para la gubernatura de Campeche. Fernández Montufar ha sido acusado en más de una ocasión de recibir el apoyo de la burguesía regional, sobre todo la yucateca, heredera de la “casta divina”.


Por otro lado tenemos a Sandra Sánchez postulada por el Partido Verde, Nicte-Ha Aguilera una de las representantes del Frente Nacional por la Familia postulada por el Partido Encuentro Solidario, María Magdalena Cocom postulada por el Partido Redes Sociales Progresistas y Luis Alonso García ex militante del PRD postulado por Fuerza por México partido del líder charro Pedro Haces Barba, estos candidatos fungen como satélites de los partidos y alianzas más grandes, no sería sorprendente que estos declinaran por alguno de los candidatos con mayores posibilidades a cambio de un cargo público.


Ya hemos expuesto a grandes rasgos la procedencia de las y los candidatos a la gubernatura de Campeche y podemos darnos cuenta que a pesar de vestirse de colores y siglas diferentes tienen algo en común, están respaldados por alguna fracción de la burguesía, clase a la que por supuesto defienden.


No existe en las papeletas ningún partido que defienda ni mínimamente los intereses de la clase trabajadora y las clases oprimidas. Es claro darse cuenta pues ningún/a candidato/a se ha pronunciado contra la construcción del tren maya y las problemáticas que este ocasiona, como la reubicación forzada de viviendas o los daños ambientales. No están hablando de la precarización laboral que ha aumentado con la pandemia y en la cual la patronal hizo y hace despidos masivos. En fin, no hablan de ninguno de los males que aquejan a las y los trabajadores del campo y la ciudad.


Por lo tanto las y los trabajadores no tenemos por qué contribuir a la farsa de la democracia que sólo sirve para legitimar la dictadura de la burguesía. Las y los trabajadores tenemos que aprender a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Debemos comprender que las instituciones por muy podridas que parezcan se sostienen por la fuerza de la clase dominante y se van renovando según las necesidades de esta.


La tarea en este momento no es votar, sino organizar a la clase trabajadora del campo y la ciudad contra sus verdaderos enemigos, contra los causantes de su miseria, es decir, contra la burguesía y sus monopolios.

[1] En abril 2019 Andrés Manuel López Obrador utilizó este discurso para decir que la teoría marxista no aplicaba en México porque la pobreza era generada por la corrupción y no por la explotación de la burguesía por el proletariado. Esto mientras ponía en marcha o concluía los proyectos de la burguesía iniciados en gestiones anteriores.





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