Por Manuel Mejía
“El fin inmediato de los sindicatos se concreta, pues, en la exigencia del día, en los medios de resistencia contra los incesantes ataques del capital; en una palabra, en la cuestión del salario y de la jornada. Esta actividad no solo está justificada, sino que es necesaria. No se les puede privar de ella en tanto que perdure el modo actual de producción. Al contrario, es necesario generalizarla, fundando y organizando sindicatos en todos los países”
-Marx y los sindicatos, A. Losovski-
Actualmente existe un estigma que rodea a la palabra sindicato, reduciendo su significado a una inútil y anticuada forma de defensa laboral. Claro, esto en la visión de los patrones, misma que es transmitida a la clase obrera y refrendada por los dirigentes charros que poco o nada hacen en beneficio de las y las trabajadores. Es en esta dinámica donde la patronal logra hegemonizar su explotación hacia la clase trabajadora, desarticulando e inhabilitando su herramienta de lucha, el sindicato dejándola a merced de las artimañas capitalistas.
Durante las décadas de los 60 a 80 del siglo pasado, los sindicatos representaban una digna herramienta de lucha en defensa de los intereses de sus agremiados -los trabajadores-, generando consigo grandes victorias, beneficios y concesiones de las cuales hoy, los y las trabajadores solo heredamos unas cuantas. La patronal consiguió infiltrarse en estas organizaciones obreras, a tal punto de lograr la desorganización y la alineación a los intereses de los patrones por parte de los sindicatos, logrando así aislar el verdadero fin de estos.
El sindicato es una herramienta que como trabajadores poseemos para hacerle frente a los embates de los patrones contra nosotros, es decir, el sindicato es la unión de trabajadores bajo un mismo fin, bajo un mismo intereses -la defensa de nuestros derechos laborales-, y estos pueden aglutinar a trabajadores/as de una misma empresa o del mismo giro laboral, tienen estatutos, delegados y elección de sus líderes, mismos que no deben rendir cuentas a la patronal, sino por el contrario deben estar subordinados a la base -los trabajadores-. De ahí la necesidad urgente de luchar contra aquellos viejos lideres charros, del sindicalismo corporativista.
En la actualidad existen diferentes tipos de sindicatos como por ejemplo: sindicatos amarillos, blancos, charros, etcétera y como ya hemos mencionado solo sirven a la patronal. Hay también sindicatos clasistas o revolucionarios que son dirigidos por la clase trabajadora y defienden los intereses de sus agremiados.
¿Para qué nos sirve?
El sindicato tiene el deber de defender los intereses de sus miembros, de reunirse con los afiliados para discutir y llegar a acuerdos previos, de negociar en nombre de estos, los salarios, la jornada laboral, las prestaciones, vacaciones, reparto de utilidades, aguinaldo, forma de jubilación, y demás condiciones de trabajo dando lugar a la posesión de un contrato colectivo, la defensa legal de sus miembros, etc.
Posee como objetivo principal velar por el bienestar de sus afiliados, asegurando condiciones dignas de seguridad laboral, y de la libertad sindical de cada trabajador, para afiliarse, desafiliarse o no afiliarse, cambiar de sindicato, etc. Sin ningún tipo de injerencia Estatal o patronal.
Los sindicatos defienden la igualdad de derechos y salarial, luchando contra la discriminación de cualquier tipo, fomentando el respeto y la dignidad en los centros de trabajo, de igual forma promueven los derechos de maternidad, paternidad, la creación de guarderías o estancias para los hijos de las y los trabajadores. Promueven también actividades como torneos deportivos tanto para las miembros como para los hijos/as, círculos de estudio escolares, círculos sobre los derechos laborales. Estas son alguna de actividades, de muchas que se pueden llevar acabó en un sindicato controlado completamente por las y los trabajadores.
Una de las labores que debe tener un sindicato no solo tiene que ser el apoyo dentro de su centro de trabajó, sino que también apoyar a otros compañeros y compañeras de diferentes fábricas o de cualquier rama laboral, contando con redes de comunicación solidaria con otros sindicatos fomentando la colaboración y la unidad de lucha.
“A parte de sus fines primitivos, los sindicatos deben aprender a actuar ahora de modos más consciente como ejes de organización de la clase obrera, por el interés superior de su emancipación total. Deberán apoyar todo movimiento político o social que se encamine directamente a este fin. En tanto se consideran a si mismos como vanguardia y representación de toda la clase obrera, y puesto que obran de acuerdo con esta significación, deben conseguir atraerse a los que están afuera de los sindicatos. Deben ocuparse cuidadosamente de los intereses de las capas trabajadoras peor pagadas, por ejemplo, de los obreros agrícolas, a quienes circunstancias especialmente desfavorables han privado de su fuerza de resistencia. Deben llevar a todo el mundo a la convicción de que sus esfuerzos, lejos de ser egoístas y ambiciosos, han de tener más bien por fin la emancipación de las masas oprimidas”
-Marx y los sindicatos, A. Losovski-
留言