Por: Lucía Roble.
Manifiesto mi apoyo incondicional a los maestros de nuevo ingreso. A los que han sido contratados por años sin obtener su base por irregularidades en la asignación de las plazas de la secretaría de educación.
Los que cada año se esfuerzan para participar en la incorporación por medio de la USICAMM en un proceso amañado y difícil que les niega la posibilidad de tener un trabajo seguro y bien remunerado. Y a pesar de todo insisten en su interés por tener una plaza en el sistema educativo, que cada día precariza más los salarios de los trabajadores y disminuye la seguridad social, no brindando un futuro promisorio ni jubilación de los recién contratados.
Es importante resaltar que el problema no está en los docentes de nuevo ingreso, quienes tienen toda la capacidad y preparación para llevar a cabo el trabajo con la mejor calidad posible y no es por su falta de esfuerzo sino por la falta de revalorización a la función docente a pesar de los discursos gubernamentales.
Nos unimos a la lucha los activos y jubilados, para exigir mayor presupuesto a la educación para realmente garantizar esa calidad qué tanto exigen a los docentes, quienes con sus propios recursos muchas veces realizan su trabajo, con carga administrativa excesiva y grupos saturados de alumnos.
Debemos pedir que se haga una verdadera reforma educativa, ya que aún persiste el tinte laboral de la actual Ley de Educación. Exigimos que la USICAMM desaparezca y los procesos de admisión sean más justos y objetivos. Que la asignación de las plazas sean transparentes y sin privilegios para los parientes de los funcionarios. Que el salario sea digno y que los incrementos salariales se den anualmente de acuerdo al mismo porcentaje del salario mínimo. Que se respeten los derechos adquiridos también para los de nuevo ingreso. Que la seguridad social garantice una jubilación digna, poder acceder a una vivienda y contar con servicios de salud de calidad que cubran todas las enfermedades de los trabajadores.
Ya basta de hacerles creer que no tienen la capacidad suficiente para acceder a un puesto. Ya basta de que tengan que concursar anualmente para obtener una base. Todos debemos organizarnos en una sola lucha en defensa de la educación pública gratuita y obligatoria con la contratación del número necesario y suficiente de docentes, con un salario digno y que realmente se valore su función formadora de los futuros ciudadanos del mundo.
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