Proyectos inmobiliarios en Santa Gertrudis Copó: desarrollo desigual y problemáticas sociales

Por: Núcleo "Felipe Pech Quijano".

Santa Gertrudis Copó es una comunidad conurbada a la ciudad de Mérida, Yucatán. En los últimos años se ha enfrentado al problema de la llegada de proyectos inmobiliarios que, además de alterar la forma de vida de sus habitantes, ninguno de ellos está pensados para la clase trabajadora de la comunidad. En esta ocasión, el FJC entrevistó a la compañera Leydi Cocom, ex Comisaria Municipal de Santa Gertrudis Copó, Yucatán.

¿Cuáles son las principales afectaciones a la comunidad por los proyectos inmobiliarios?

En primer lugar, pudiera mencionar que, hay un cambio en nuestros usos y costumbres. Por ejemplo, Santa Gertrudis tiene la fiesta patronal solo una vez al año, pero en estas fiestas tradicionales no se quiere ruido por voladores o toritos, hasta nos envían a la policía. Cambia nuestra forma de vida, por ejemplo, una mega edificación de estos desarrollos inmobiliarios afecta ecológicamente al talar árboles y aumentar la temperatura ambiente. En los servicios públicos, el tráfico significa un problema muy fuerte para nosotros. También nos perjudican en servicios básicos, pues se cuelgan de nuestra agua potable y de las líneas eléctricas, y no tenemos ni siquiera una buena infraestructura hídrica ni transformadores nuevos, ocasionando bajones de corriente en la comunidad.

¿Quiénes serían los principales causantes de la gentrificación?

Los gobiernos, pues son quienes otorgan los permisos de suelo y construcción. Las torres desentonan con la comunidad, y los empresarios consideran lo contrario, que es la comunidad la que desentona con sus proyectos. Se han pisado nuestros derechos al no hacer la consulta libre previa e informada con el pueblo, no nos preguntan si necesitamos edificios tan grandes ya que nos ven como una “zona de alta plusvalía” al estar al norte de Mérida. Es avasallador.

¿Ha notado una gran diferencia en el costo de vida de los habitantes?

Por supuesto que sí, por estar en la “zona de alta plusvalía” todo sube, no es posible que nos cobren a todos el mismo precio. Siempre lo digo, todos tenemos que contribuir y pagar impuestos, sí, pero no es la misma capacidad la de un centro comercial que la de una familia indígena. También el costo de energía es muy elevado. Con el pretexto de que estamos en la zona conurbada quieren subir el precio al agua, aunque en realidad el servicio del agua siempre ha sido subsidiado. No tener terrenos para sembrar también nos ha afectado, nos hace ir a Mérida y comprarle a un tercero que eleva el precio, sube el costo de nuestra vida.

¿Hay algún interés por parte de estas inmobiliarias en construir plazas comerciales o industrias?

Centros comerciales se han visto mucho en la zona, departamentos, desarrollos inmobiliarios y para usos comerciales, es lo que más se ve en la zona norte y es lo que nos perjudica más, es un crecimiento muy acelerado, sin planificación. Yo siempre he dicho que, si tenemos que crecer, el desarrollo se tiene que dar en todas las comunidades, pero tiene que ser de manera ordenada y de acuerdo con la forma de vida de la comunidad. Pero si nos perjudica no es desarrollo.

¿Y esas empresas inmobiliarias han construido algo en beneficio del pueblo? ¿Un parque o alguna escuela?

No, lo que hemos observado es que el mismo Ayuntamiento de Mérida tiene acuerdos con los desarrolladores inmobiliarios: “tú me das una carretera, una tubería de agua potable y puedes construir”, y esos son los acuerdos, sin siquiera consultar al pueblo de forma libre, previa e informada. Esas construcciones no están pensadas para la población, es imposible pagar un departamento de 2 millones de pesos, ya no tenemos acceso a un departamento o vivienda, el centro comercial no está pensado en nosotros. Aunque luego nos digan que “son fuentes de trabajo” no es así.

¿Qué acciones han llevado a cabo para evitar estas problemáticas?

Manifestaciones pacíficas, aunque se ha recibido agresión por parte de los desarrolladores inmobiliarios. Tu servidora tiene dos denuncias penales por defender territorio y espacios públicos. Considero que se criminaliza a quienes defendemos nuestros derechos, en algún momento hasta sanciones administrativas quisieron levantarme y todo por evitar que cien departamentos se colgaran de nuestra agua.

¿Quedan ejidatarios en la comunidad?

Sí hay, están defendiendo las pocas tierras de uso común que quedan en Santa Gertrudis Copó. La corrupción del Gobierno ha sido en contubernio con desarrolladoras inmobiliarias. Somos criticados porque nuestros padres y abuelos vendieron sus tierras. Lo que se ignora es que detrás de esas ventas hubo artimañas de los compradores. También se aprovecharon del analfabetismo y la necesidad económica de nuestros abuelos. El objetivo era comprar la tierra a un peso o centavos para luego venderla a millones, como lo estamos viendo ahora. El RAN, al otorgar a los ejidatarios el permiso de vender sus tierras, ha hecho que las perdamos. De hecho, los gobiernos saben lo que van a vender en 10 o 20 años, pero no nos hacen partícipes de esos proyectos, tampoco nos informan. Pero nosotros siempre vamos a ir en contra de los planes que tienen para nosotros, tenemos intereses contrarios.