Por Chak Sáastal
El día 16 de diciembre del pasado año, el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, anunció la realización de un nuevo proyecto de inversión que consistirá en la apertura de un centro logístico de la empresa norteamericana Amazon en Yucatán. Este centro logístico se sumaría a los cinco ya existentes en el resto del país, los cuales se encuentran en las cercanías de los grandes centros urbanos del país: Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México.
Como el propio Vila mencionó, desde el mes de agosto ha habido una racha de inversiones en proyectos de este tipo, inaugurando parques eólicos, centros de distribución, plantas cementeras y desarrollos inmobiliarios, señalando además, que esto indica “que en Yucatán las cosas se están haciendo bien y no es que las esté haciendo bien el Gobierno del Estado, [sino que] las están haciendo bien los yucatecos”. Evidentemente no se refiere a todos los yucatecos, pues la mayor parte de ellos no tienen injerencia alguna en las decisiones que el Estado toma. Se referirá en todo caso a cierto puñado de empresarios. Pero sí, lo están “haciendo bien”, pues estas medidas responden a las necesidades del desarrollo capitalista en la región, la cual viene coronada por la construcción de megaproyectos (http://elmachete.mx/index.php/2020/08/19/el-tren-maya-y-el-desarrollo-del-capitalismo-en-la-peninsula-de-yucatan/).
Yucatán se ha convertido en los últimos años en destino de grandes capitales extranjeros. Y tanto los políticos como los medios de comunicación burgueses no han hecho otra cosa que celebrar su llegada, como si su mera presencia elevara la calidad de vida de la población. La pequeña burguesía y las capas más acomodadas del proletariado suelen adoptar esa visión, pensando que la llegada de capital extranjero llevará a Yucatán al progreso. Pero bajo el capitalismo, el dichoso progreso no es más que el progreso de la burguesía. Los únicos beneficiados de esto son los empresarios tanto locales como extranjeros. Y quien sale perdiendo siempre es la clase trabajadora. En todo caso, la gran “ganancia” para nuestra clase es que tenemos un abanico ligeramente más amplio para que podamos decidir el lugar en donde vamos a ser explotados y no morir de hambre, con todo y que sabemos que de todas formas una gran parte de nuestra clase seguirá desempleada, tal y como lo requiere el capital.
¿Qué puede esperar la clase trabajadora de los empleos que ofrecerá Amazon en la región? Una búsqueda rápida por Internet nos mostrará las condiciones laborales que se viven en los centros de trabajo de Amazon, la compañía de Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo: bajos salarios, políticas antisindicales, una brutal explotación física, ausencia de derechos, y contratos temporales. Esto es lo que nos dice un artículo de El Economista, del 22 de julio de 2018:
Tan solo durante la semana pasada, en el día llamado “Prime Day”, que ofrece amplias ofertas de productos de Amazon, cerca de dos mil empleados de Amazon en sus centros de distribución en España, Alemania, Francia, Italia, Polonia y el Reino Unido realizaron huelgas. Los empleados exigían mayores salarios, además de que denunciaron los esfuerzos de Amazon por impedir que formen sindicatos que protejan sus derechos. De acuerdo con testimonios públicos de empleados y de una investigación en el Reino Unido, las condiciones de trabajo de Amazon obligan a los empleados del almacén a evitar acudir al baño y a orinar, en cambio, en botellas para cumplir con las expectativas de rendimiento.
El periódico español El Mundo informaba el 28 de enero del presente año:
Dos trabajadores muertos por coronavirus en 48 horas, quejas de los empleados por verse obligados a acudir a su puesto de trabajo sin poder garantizar las condiciones de seguridad e higiene, el despido de los operarios que han manifestado sus quejas ante los medios de comunicación, la sonada dimisión de su vicepresidente por la forma en la que la compañía trata a los asalariados, pintadas frente a la casa de Jeff Bezos, una comparecencia pendiente del fundador de Amazon para testificar ante el Comité Judicial del Congreso de EEUU y protestas masivas a través de internet son algunos de los elementos que han convertido al gigante del ecommerce en un polvorín dentro de su propio país.
Y como estas, podemos encontrar decenas de notas que nos mostrarán el deplorable panorama laboral que se vive en los centros de trabajo de Amazon así como las luchas de sus trabajadores contra su explotación. No sería realista pensar que semejantes condiciones no se presentarán en el centro logístico que se abrirá en Yucatán. Y, por ello, no podemos sino decirles a trabajadoras y trabajadores que se preparen para organizarse en la lucha por sus derechos. Que sepan, desde ahora, que las y los comunistas estaremos acompañando y apoyando sus futuras luchas.
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