Por Neftalí Ricardo
Un juez federal dictó sentencia de desalojo contra habitantes de Candelaria, Campeche que mantenían un amparo para evitar ser removidos de sus viviendas.
La justicia mexicana se inclinó, como siempre, del lado del capital al priorizar un tren que estará al servicio de los monopolios en lugar de las personas que han desarrollado su vida en las inmediaciones del derecho de vía.
De esta forma se espera que el Ministerio Público acompañado de por lo menos 100 elementos de la Guardia Nacional realicen dicho desalojo.
Con los avances en la construcción del tren, los desalojos de viviendas aumentarán, pues no existe en el Gobierno Federal, ni en su justicia, apertura para la negociación. El “¡Va por qué va!” es una medida autoritaria que pasará por encima del interés público para abrir paso al interés de los monopolios.
Con este hecho se confirma que la vía legal no permite a la clase trabajadora defenderse de la construcción de los megaproyectos y que esta vía constituye un camino al desgaste y al desanimo, razones por las cuales muchas personas de las que interpusieron amparos contra el tren han desistido de ellos.
La organización popular es la vía por la cuál se puede exigir y ejercer el derecho, para esto, todos los afectados por el Tren Maya tenemos que organizarnos en un mismo frente.
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