Por Guillermo Uc
Los pobladores de Sitilpech, en el municipio de Izamal se anotaron un tanto a principios de este mes contra la granja “Kancabchén II”, presumiblemente propiedad del monopolio Kekén, al ser admitido un juicio de amparo contra dicha granja. El motivo de la demanda fue que dicha granja está realizando labores de ampliación de donde se encuentran hace ya dos años, estando a menos de un kilómetro de la localidad.
Como ya es costumbre, el hedor de los cerdos y la contaminación de los recursos como el agua y la tierra, han hecho insoportable la vida para los pobladores de Sitilpech. Dicha granja se instaló, sin pedir la opinión de los pobladores, como concesión hecha por las autoridades, por lo que la demanda interpuesta ha sido dirigida principalmente contra instancias como la Secretaría de Desarrollo Sustentable, el Organismo de Cuenca de la Península de Yucatán y el Ayuntamiento de Izamal.
En palabras de Janet Medina Puy, cofundadora de la organización “Kanan Derechos Humanos” y abogada que lleva el caso,[1] “las autoridades estatales siguen concediendo a diestra y siniestra permisos (…) afectando a las comunidades que no se llevan ningún beneficio, sólo sufren los perjuicios y experimentan la afectación del agua”.[2] Y es que la lógica de los monopolios es esa, continuar acrecentándose a costa de los daños que ocasionan a los pobladores de las comunidades.
Medina Puy asegura que en Yucatán existen más de 400 criaderos de cochinos clandestinos y que la empresa implicada en este caso, que seguramente es Kekén a juzgar por la cantidad de camiones de dicho monopolio que se han visto por la zona, produce aproximadamente más de 40 mil cerdos.[1] No cabe duda de que en la Península, la dinámica de expansión acelerada por los monopolios ha comenzado y se ha potenciado a partir de la construcción del Tren Maya.
Como hemos advertido con anterioridad, dicho megaproyecto tiene la función de abrir el paso a la burguesía nacional e internacional hacia un mercado que hasta ahora no ha terminado de integrarse por completo al mercado capitalista. El primer paso para ello es la acumulación originaria de capital que, aparte del despojo, trae como consecuencia condiciones de vida deplorables para las comunidades que tuvieron la desgracia de vivir cerca de donde dicho monopolio se ha asentado y daños irreparables al medio ambiente.[1] Las declaraciones de Medina Puy confirman este escenario.
A pesar de que es la primera vez que un grupo organizado toma acciones en su contra, no es la primera vez que la granja “Kancabchén II” enfrenta problemas, pues en 2019 un trabajador de la misma de nombre José Santos Narciso Dzib Uitzil, murió al caer en una fosa de aguas negras de dicha granja.[1] Aunque este fue un caso que rápidamente fue olvidado, nosotros lo traemos de nuevo a la memoria para recordar que los monopolios no solo se llevan los recursos y la tierra de las y los pobladores, sino que también son culpables de la muerte directa de sus trabajadores al contar con nulas medidas de seguridad.
Aunque los habitantes de Sitilpech han tenido una victoria al lograr que se les acepte el amparo, aún deben esperar hasta el próximo mes para saber si la autoridad suspenderá o no de manera definitiva la obra. Consideramos que, independientemente de ello, deben extraer como lección que solo la organización puede ser garantía de que sus exigencias puedan ser escuchadas. Pero al mismo tiempo insistimos en que, de ser negativa la respuesta, los más de 100 habitantes que se han organizado deben pasar a la movilización, a usar todas las formas de lucha, a complementar con la lucha legal, la movilización popular. De otro modo, como ha ocurrido en otros casos, el Estado seguirá asegurando que la agenda de las empresas se cumpla, en detrimento de los intereses del pueblo trabajador. Solo la organización, la movilización y el tejido de redes de apoyo y de solidaridad con otros pueblos en lucha puede asegurar mínimamente la victoria.
[1] https://tribunacampeche.com/yucatan/2021/07/20/presentan-demanda-de-amparo-por-contaminacion-en-sitilpech/
[2] Leandro Chacón. Admiten amparo vs. granja porcícola. Consultado en el periódico “Por Esto!” del 20 de julio de 2021, sección “Ciudad”, p. 5.
[3] Ibíd.
[4] Aidé Carrillo. Kekén crece a sangre y lodo en la península de Yucatán. Disponible en: https://chaksaastal.wixsite.com/misitio/post/kek%C3%A9n-crece-a-sangre-y-lodo-en-la-pen%C3%ADnsula-de-yucat%C3%A1n
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