Por: Lucía Roble.
Es necesario aclarar unos puntos:
-Los Derechos se defienden, no se negocian.
-Los aumentos salariales de activos y jubilados deben ser en el mismo porcentaje de incremento del salario mínimo y no como se ha “negociado”.
-La UMA no debe desaparecer, sino servir para lo que fue creada. Nunca para determinar ni topar salarios.
-La UMA no debe aumentar en la misma proporción del salario mínimo. No tendría razón de existir porque fue creada para que los trabajadores paguemos menos en multas, impuestos y créditos hipotecarios.
-No todos los maestros ganan 10 salarios mínimos. La mayoría no llega ni a 5.
-Hay diferencias en la seguridad social de los trabajadores de la educación, a pesar de trabajar los mismos años y tener mismas funciones y horario, violando el artículo 39 Constitucional.
-Los maestros federales de nuevo ingreso ni siquiera tienen jubilación, se retiran con cuentas individuales o AFORES y eso es peor.
-En Yucatán, aprobaron una nueva ley que perjudica terriblemente a los trabajadores estatales, quienes trabajarán por más años y pagarán mayores cuotas entre otros atropellos a sus derechos adquiridos.
-Dichos trabajadores estatales perdemos el seguro institucional al momento de jubilarnos, ya que solo les dará $20,000 a nuestras deudas. Los federales tienen la opción de seguir pagando para que sus beneficiarios reciban 18 meses de su sueldo base.
-Es más difícil adquirir una vivienda digna para el personal estatal, ya que solo pueden tener un crédito de hasta 400,000 con miles de requisitos.
-El salario del personal activo va decreciendo año con año y cada día representa menos salarios mínimos.
-Los maestros activos pagamos ISR del 30 % de nuestro sueldo base, mientras más ganamos más pagamos, además de pagar IVA e impuestos en los productos y servicios que usamos
-La cuota sindical que nos descuentan, es el 1% de nuestro sueldo base. Como si nos defendieran más por pagar más. La cuota debe ser una cantidad fija para todos, basada en la plaza inicial.
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