Por. Humberto Pech.
Hace un par de días que se jugó la Serie del Rey, la cual es la final de la Liga Mexicana de Béisbol, donde participaron los Toros de Tijuana y los Leones de Yucatán. El presente artículo no va enfocado al deporte, sino en el trasfondo que esconde la complicidad de las autoridades y la vista gorda de un gobernador que no ha sabido manejar la pandemia.
Como es sabido Yucatán y su capital, Mérida, son cuna de un gran número de aficionados al llamado deporte rey, el béisbol, mismos que se dan cita en el Estadio Kukulcán temporada tras temporada, apoyando al equipo de sus amores, y más cuando éste llega a la ansiosa serie del Rey. El pasado sábado 11 de septiembre, la ciudad fue sede del 5to partido de la serie, y sin importar la actual contingencia sanitaria se dio luz verde a este evento masivo, en donde se dejaron ver largas filas para la taquilla, sobreventa de boletos, un estadio Kukulcán abarrotado, medidas mínimas de seguridad, y un sinfín de asistentes sin cubrebocas, tal pareció que no estamos aún en una emergencia sanitaria que se ha cobrado la vida de miles de adultos, jóvenes e inclusive infantes.
Siendo el último partido de la serie que se jugaría en casa, teniendo los leones ventaja de 3 juegos contra 1, y con la esperanza de que se coronaran en su zona, los ánimos y la afluencia fue mayúscula. El partido transcurrió hasta la X entrada, donde con una carrera los melenudos se llevaban la copa Zaachila, sin embargo, estos no pudieron conseguirla y, como era de esperarse, el partido más cardiaco de la serie del Rey, concluyó pasadas las 11:30 de la noche.
Tenemos que recordar que el gobernador del estado, Mauricio Vila, ha implementado una serie de medidas con el objetivo de mitigar el alza de los contagios, que poco o nada han ayudado a resolver esta problemática, y una de estas medidas es la inútil restricción vehicular, es decir un toque de queda a partir de las 11:30 de la noche hasta las 5 de la mañana, de igual forma la prohibición de realizar eventos masivos, permitiendo solo los que cuenten con un aforo de 50 asistentes y claro, pagando la respectiva cuota de $1,500 para realizar dichos micro eventos.
No cabe duda de que Mauricio Vila es gestor de los intereses de los grandes empresarios de la entidad, aquellos que pertenecen a su misma clase, ya que él mismo es un empresario, un capitalista, que no ha dudado en poner en riesgo la vida de la clase trabajadora, con tal de garantizar las enormes ganancias de los capitalistas regionales, y sirviendo en bandeja de plata cualquier medida a su beneficio.
Con la autorización de este evento deportivo, que sin importar que no se sigan las medidas mínimas de sanidad, el alza de contagios, y el auge de la tercera ola en nuestro estado, y dándose cita para alentar a los Leones, haciendo caso omiso de las medidas que el mismo impuso como obligatorias, ha dejado en claro la hipocresía con la que se maneja su gestión, puesto que mientras se priorizan las ganancias de los grandes empresarios, por otro lado, se ahorca al trabajador por cuenta propia que a duras penas saca para vivir. Mientras miles de trabajadores se ven perjudicados por la restricción vehicular, otros regresan tranquilamente a sus casas, pasadas las 11:30 pm, con la justificante de ir a alentar al equipo local.
Foto tomada de internet.
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