Por Chak Saastal
El13 de octubre, Mérida, Yucatán, fue escenario de una manifestación organizada por el Comité de Solidaridad con Palestina, que denunció la agudización del genocidio en Palestina. La marcha de denunció un año del recrudecimiento de la violencia en Gaza y buscó visibilizar la creciente cifra de víctimas civiles, incluidas mujeres y niños, producto de los ataques indiscriminados de Israel en zonas residenciales.
Los manifestantes expresaron su preocupación ante la posible escalada de una guerra generalizada en la región, luego de los recientes bombardeos de Israel sobre Líbano y el aumento de tensiones con Irán. Señalaron la falta de una intervención contundente por parte de la ONU para detener las hostilidades y condenaron la postura de México. Según los organizadores, aunque el gobierno mexicano ha emitido declaraciones de preocupación, no ha tomado medidas efectivas, como romper relaciones diplomáticas con Israel, lo que es, de una u otra forma, un respaldo al genocidio.
Esta movilización se suma a los llamados internacionales de justicia para las víctimas palestinas. De acuerdo con Amnistía Internacional, los ataques israelíes han provocado cientos de muertes de civiles, incluidos niños y mujeres, sin que existan evidencias de objetivos militares en las zonas afectadas. Un ejemplo alarmante fue el ataque en el campamento de refugiados de Nuseirat, donde una familia entera, incluidos dos niños pequeños, fue asesinada. En otro incidente, el bombardeo de un edificio en Gaza mató a 22 civiles, entre ellos 11 niños. Además, se han reportado armas prohibidas, como las bombas MPR 500 utilizadas en estos ataques.
Los manifestantes en Mérida recalcaron la urgencia de detener este conflicto antes de que se extienda y de que las consecuencias sean irreversibles no solo para Palestina, sino para toda la región de Medio Oriente.
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Posicionamiento del Comité de Solidaridad con Palestina – Yucatán a un año de la ofensiva criminal del sionismo israelí sobre el pueblo palestino
Hoy, con profunda indignación y tristeza, denunciamos un año del inicio de las hostilidades criminales del estado asesino de Israel sobre el pueblo palestino, particularmente en la Franja de Gaza. Desde entonces, hemos sido testigos de una escalada de violencia sin precedentes, con bombardeos indiscriminados que impactan a barrios, escuelas, hospitales e incluso campamentos de refugiados. La devastación ha dejado un saldo trágico de más de 45,000 muertos, de los cuales más de 17,000 son niños y niñas, además de miles de civiles heridos. Cada día, la cifra de víctimas sigue creciendo, mientras la comunidad internacional mira hacia otro lado o actúa de manera cómplice.
Estos ataques, perpetrados por el Estado de Israel, cuentan con el respaldo incondicional de Estados Unidos, la Unión Europea y las potencias capitalistas que, en su afán por preservar sus intereses geopolíticos y económicos, garantizan la impunidad del agresor. No solo hemos visto la indolencia de estos gobiernos, sino también su complicidad activa, al proporcionar armas, apoyo financiero y respaldo diplomático a un régimen que sistemáticamente viola los derechos humanos y las resoluciones internacionales.
En México, el gobierno ha mostrado una lamentable tibieza ante esta crisis humanitaria. El presidente saliente no fue capaz de romper relaciones con Israel, limitándose a emitir declaraciones vagas y sin acciones contundentes. Ahora, bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, hemos visto más de lo mismo: palabras, citas literarias y referencias musicales que pretenden expresar una preocupación moral, pero que en realidad encubren la inacción política. Las relaciones con Israel continúan intactas, y México sigue sin asumir una postura firme en defensa del pueblo palestino y sus derechos.
El objetivo de Israel es claro: despoblar la Franja de Gaza, expulsar a su población y consolidar su ocupación ilegal. Esta ofensiva criminal forma parte de una estrategia más amplia para fortalecer su control político y militar en la región. Las incursiones sionistas no se limitan a Gaza; en las últimas semanas hemos sido testigos de ataques contra Líbano, lo que incrementa el riesgo de una guerra generalizada en Oriente Medio.
Ante esta amenaza, las organizaciones internacionales como la ONU han demostrado ser incapaces de detener al agresor. Sus resoluciones no han tenido ningún impacto real, y su inacción ha permitido que el conflicto se prolongue, poniendo en riesgo la paz mundial y la vida de cientos de miles de personas.
Frente a esta situación, nuestra postura es clara y firme: exigimos un alto inmediato al fuego y la implementación de sanciones reales contra Israel por sus crímenes de guerra. Es inaceptable que en pleno siglo XXI sigamos siendo testigos de la limpieza étnica y la destrucción, del genocidio de un pueblo bajo el amparo de las grandes potencias.
Nuestra solidaridad con Palestina no es solo un acto simbólico, sino un compromiso real con la paz, la justicia y la dignidad humana. Como Comité de Solidaridad con Palestina - Yucatán, hacemos un llamado urgente al gobierno mexicano para que rompa relaciones diplomáticas y comerciales con el estado de Israel. Solo a través de medidas concretas, como el reconocimiento inmediato del Estado Palestino, podemos contribuir a la construcción de un futuro de paz y seguridad en esa región y el mundo
Este conflicto no es simplemente una cuestión de geopolítica, sino de humanidad. Mientras el mundo permanezca en silencio ante la barbarie, la violencia continuará propagándose, dejando más muerte y destrucción a su paso. No podemos ser cómplices de esta tragedia; por el contrario, debemos alzar nuestra voz y actuar en defensa de los derechos de los pueblos oprimidos por su libre determinación.
Por la paz, por la vida digna, reiteramos nuestra demanda: ¡A romper relaciones con el estado de Israel! ¡Reconocimiento inmediato del Estado Palestino!
Atentamente
Comité de Solidaridad con Palestina - Yucatán
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