Por Roberto Grajales
El 22 de octubre, más de 40 socios de la Alianza de Camioneros se manifestaron en Mérida para exigir el pago de sus liquidaciones, las cuales habían sido adeudadas durante meses. La protesta se llevó a cabo en un contexto de creciente descontento entre los trabajadores del transporte, quienes han enfrentado dificultades económicas y una falta de respuesta de las autoridades y patrones.
Los manifestantes de la Alianza de Camioneros han señalado que, en 2022, fueron despedidos debido a su oposición a la venta de sus operaciones al Grupo ADO. Este despido se realizó sin que se les liquidara conforme a derecho, lo cual violenta sus derechos laborales. Además, señalaron que ADO entregó 18 millones de pesos a Arturo Rodríguez Berzunza para despojarlos de la ruta Circuito Rojo. La falta de un proceso justo en la liquidación resalta la precariedad de la situación laboral de estos trabajadores, quienes se ven atrapados entre las decisiones empresariales y su necesidad de seguridad económica.
La situación no solo refleja la precariedad laboral que enfrentan, sino también su necesidad urgente de ser escuchados y reivindicados en sus derechos laborales. Pues, aunque se habla de las mejoras en el transporte, su amabilidad ambiental y su sostenibilidad, no se menciona que, tras esa ilusión, quedan atrás la vida de las familias de los trabajadores del transporte.
Esta manifestación es un claro indicador del malestar en el sector, donde los trabajadores, a pesar de su esencial contribución a la movilidad urbana y a la economía local, son tratados como meros instrumentos en la lógica de acumulación de capital. La incapacidad de las autoridades para solucionar estos conflictos económicos con los trabajadores muestra una falta de respeto hacia aquellos que, día a día, sostienen el sistema de transporte y la movilidad de gran parte de la clase trabajadora que hace posible que todo se mueva.
Además, la protesta es un llamado a la solidaridad y a la lucha colectiva, ya que la situación de los camioneros se encuentra entrelazada con las dinámicas en el sector del transporte público, donde empresas como ADO dominan el mercado, pero también están ligadas al desarrollo del capitalismo en la península de Yucatán. Esto deja ver la necesidad de que los trabajadores del transporte, junto con otros sectores de la clase trabajadora y sectores populares se unan para exigir condiciones laborales justas y un trato digno.
Comments